El arte de vivir con sencillez - reseña crítica

Por mucho que lamentes las complejidades de la vida, cambiar el mundo no es tarea fácil. Si el mundo no funciona como tú quieres, quizá lo mejor sea que cambies tú. De esta manera, podrás moverte en él con toda comodidad y sencillez. 

En lugar de salir de tu propio camino e ir a buscar lo extraordinario, ¿qué te parecería vivir más despreocupado y cambiar de una manera sutil tu vida cotidiana, la vida diaria? Este libro aborda precisamente esta temática: vivir con sencillez, al estilo zen. ¿Vamos?

Maneras de lograr que tu “yo presente” tenga energía

En nuestra vida diaria, ¿quién tiene tiempo para pensar? El tiempo nos exprime, y nos presionan el trabajo y todo lo que constituye nuestra vida.

Sumidos en esta especie de rutina, de una manera inconsciente pero inevitable, perdemos de vista nuestro auténtico yo, y también perdemos la auténtica felicidad.

Resérvate tiempo para el vacío: mantente en presencia, pero sin prisas, sin impaciencia; obsérvate a ti mismo. Busca diez minutos —no necesitas más— e intenta encontrar un espacio para el vacío. Dedica un tiempo a no pensar en nada. Es el primer paso que hay que dar si quieres crear para ti una vida sencilla.

Cuando vamos escasos de tiempo, esta escasez también influye en nuestro corazón. Y nos sale un comentario de manera casi automática: “Estoy muy ocupado… No tengo tiempo”. Esta sensación provoca caos en nuestra mente.

No es cierto que vayamos tan atareados porque nos falta tiempo para hacer las cosas. Vamos tan atareados porque no queda espacio en nuestro corazón. En esos períodos en que pareces estar sumido en el caos, intenta despertarte quince minutos antes de lo habitual.

Disfruta del aire matutino, en ello reside el secreto del monje para una larga vida. Con las primeras respiraciones del día nutres mente y cuerpo respirando el hermoso aire de la mañana.

Deja los zapatos bien puestos cuando te los quites Este gesto embellece tu vida. El desorden de tu mente se verá en tus pies. Cuando regreses a casa, quítate los zapatos y déjalos bien puestos, en fila, junto a la puerta principal.

Solo por el hecho de adoptar esta costumbre, las cosas inexplicablemente estarán más nítidas y ordenadas en tu vida. Tu vida será más hermosa. 

Deshazte de lo que no necesites, esto renovará tu mente. Deshazte de tus apegos, limita tus pertenencias. Vivir con sencillez también es librarte de las cargas físicas y mentales.

Es asombroso ver lo descansados que quedamos después de una buena llorera. Llorar te libra de todas las cargas que llevas en el corazón, y te da más energía para volver a intentarlo.

Cuando las cosas estén desordenadas, ordénalas. Cuando se ensucien, límpialas. Antes de terminar la jornada laboral, limpia y ordena tu mesa de trabajo. Las personas que adoptan esta costumbre son las que tienen la cabeza más clara. Son personas capaces de centrarse al cien por ciento en su trabajo, sin distracciones.

No permitas que la angustia o las preocupaciones te alteren: la clave para conservar una mente fuerte es ordenar en primer lugar los objetos que te rodean.

Plantéate intentar escribir o dibujar con esmero, no con la intención de mostrar a los demás lo que sabes hacer, sino más bien enfrentándote a tu yo interior con plena atención. Tu verdadero yo se hará visible, sea en una sola línea o en una sola letra. Ponte a escribir, y ponte con ganas. Tu verdadero yo se deja entrever en tu letra manuscrita.

Intenta elevar el tono de voz: es una manera de motivarte a ti mismo. Habla desde el abdomen para que tu cerebro se despierte. Una vez al día intenta elevar tu tono de voz, aunque sólo sea para dar los buenos días de todo corazón.

No descuides tus comidas, procura que se centren en el acto de comer. La manera más adecuada de degustar una comida zen es aplicando “las cinco reflexiones”:

1. Valoramos el esfuerzo de las personas que nos han traído estos alimentos, y les damos las gracias.
2. Reflexionamos sobre nuestras propias acciones, y compartimos en silencio.
3. Saboreamos la comida, sin avaricia, sin rabia y sin ignorarla.
4. Consideramos la comida una medicina que alimenta un cuerpo sano y sustenta nuestro espíritu.
5. Recibimos la comida agradecidos porque forma parte del armonioso camino hacia la iluminación.

Reduce tus pertenencias a la mínima expresión, adquiere solo lo que necesitas. Cuando vayas a hacer tu compra diaria, antes de adquirir algo nuevo, piensa si lo necesitas de verdad, teniendo en cuenta lo que ya tienes.

Cuando te invadan las emociones negativas, exhala profundamente. Centra tu atención en un punto que tenemos por debajo del ombligo (el tándem) mientras exhalas sacando el aire lentamente, no de golpe.

Cuando lo hayas exhalado por completo, la inhalación vendrá con toda naturalidad. Deja que tu respiración se acompase, y que se dé este flujo. A medida que vayas repitiendo el proceso, empezarás a notar la calma.

También puedes intentar sentarte al modo zazen: deja la mente en blanco, permite que afloren tus pensamientos y que luego desaparezcan.

No pierdas el tiempo preocupándote por lo que no puedes controlar. Tu mente se volverá transparente. Las cosas que, por lo general, pueblan tu mente se esfumarán y te asaltará la sensación repentina de que entras en un mundo cristalino.

Tener un lugar donde poder desconectarte de los demás y pasar un tiempo a solas es fundamental. Unos instantes de reclusión pueden iluminar el camino que se abre ante ti y no puedes ver.

Para ello, puedes entrar en contacto con la naturaleza. Si ves una piedra en el suelo, recógela y guárdala. Cuando veas flores junto a la carretera, detente a oler su fragancia. Así, en tu propia mente, crearás un jardín en miniatura de tu propia cosecha.

Intenta esforzarte en hacer lo que puedas ahora mismo: ponte a trabajar con ahínco y haz lo que hoy toca que hagas. Seguro que la fortuna saldrá a tu encuentro.

A la hora de acostarte para ir a dormir, no pienses en cosas desagradables. Cuando te metas en la cama, deja ir todo lo que has vivido desde que te levantaste por la mañana, y da las gracias porque haya transcurrido un día más. Cuando te despiertes a la mañana siguiente, te sentirás renovado. No infravalores los efectos de tus cinco minutos de meditación zazen antes de acostarte.

Maneras de inspirar confianza y valentía para vivir

Para vivir y ser más libre, o para vivir sin tantas complicaciones, el budismo zen nos enseña que es importante no ponernos la etiqueta de “Soy una persona así o asá”. Descubre tu otro yo.

No te preocupes por lo que todavía no ha sucedido. Piensa sólo en lo que está sucediendo ahora. Casi todas las angustias son intangibles. Son inventos de nuestra propia mente.

Complácete haciendo tu trabajo. Cuando nos toca hacer una tarea ardua, nos entran ganas de quejarnos y de decir: “Esto puede hacerlo cualquiera”, o bien: “Nunca me dejarán hacer nada más”.

Pero con esta actitud difícilmente seremos felices en el trabajo. Las personas que se emplean a fondo para disfrutar de lo que tienen ante sus ojos disponen de muchas más oportunidades de encontrar la paz interior.

No eches la culpa a los demás. Esto te brindará oportunidades y te dará buena suerte. Si queremos encontrar sentido a lo que hacemos, primero tenemos que ser los protagonistas en el trabajo.

Lo que hacemos como seres humanos tiene un gran valor; tú desempeñas el papel principal en tu trabajo. Si enfocas tu labor con esta actitud, todo cobrará sentido con un valor incalculable.

No te compares con las demás personas, no envidies a tu vecino ni a tus amigos. Desafíate a ti mismo pero jamás te compares con otra persona, ya que la comparación sólo te generará frustración y tristeza. Vive con sabiduría, céntrate en crecer tú mismo.

No busques lo que te falta, siente la satisfacción del aquí y ahora. Lo que quizá ahora te parece inútil puede terminar por favorecerte más adelante. Ni uno solo de tus esfuerzos caerá en saco roto si rindes al máximo en el presente.

La buena suerte atrae más buena suerte. La mala suerte, por lo tanto, atraerá más mala suerte. Buena razón para empezar bien el día, ¿no? Sonríe cada mañana agradeciendo la vida.

No tengas miedo al cambio, despréndete del pasado: una mente sutil acepta el cambio y no se apega al pasado. En lugar de lamentarte por el cambio, sabe ver en él una belleza y una esperanza renovadas. Esta es la vida a la que tenemos que aspirar.

No te sientas constreñido a un único punto de vista, existen otras maneras de ver las cosas al margen de “la manera correcta”. Hay múltiples miradas sobre las cosas. Explóralas todas y saca tus conclusiones. Piensa por ti mismo, sé escéptico con el sentido común.

Hablemos del conocimiento y la sabiduría. Lo que aprendemos en la escuela o lo que aprendemos por nosotros mismos es lo que llamamos conocimiento. La sabiduría, en cambio, es lo que sabemos cuando ya hemos puesto en práctica todo eso.

El conocimiento y la sabiduría son importantes para vivir con felicidad. No prevalece uno por encima del otro. Hay que mantenerlos en equilibrio. Mira todo lo que puedas, siente cuanto puedas, y asegúrate de pensar por ti mismo.

La vida no siempre es agradecida. Nuestros esfuerzos, a veces, no se ven recompensados. A pesar de eso, intenta creer en ti mismo y supérate. No tengas miedo de seguir adelante. Cuando te rindes, tu potencial se ve reducido a cero.

Cuando las cosas no salgan como tú quieres, cuando el trabajo o las relaciones interpersonales no te funcionen, lanzarte a buscar una solución es una posibilidad. Pero hay veces en que esperar a que llegue el momento adecuado es mejor. Espera que llegue ese instante.

Piensa con sencillez, por decirlo clara y llanamente: cuando no estés seguro, apuesta por la simplicidad.

Maneras de sacar el máximo a un día cualquiera

Tu mente tiene el poder de decidir si eres o no feliz, sé positivo. Todo lo que sucede puede interpretarse de múltiples maneras; lo que importa es cómo reaccionas tú. Quizá no tengas control alguno sobre lo que sucede ni tengas la capacidad de cambiar las cosas, pero tu reacción será lo único que estará completamente bajo tu control. Hagamos que hoy, y cada precioso día que pasa, sea un buen día.

No diferencies entre las cosas buenas y las cosas malas. Hacerlo solo te generará estrés y preocupaciones. Acepta la realidad tal como es. Aunque no podemos cambiar lo que la vida nos trae, está en nuestro poder decidir cómo vamos a gestionar lo que nos suceda. En el fondo, se trata de estar preparado.

Cuanto más dinero intentes acumular, más se te escurrirá entre los dedos. Libérate del dinero. Tienes que concentrarte en celebrar que estás vivo, y hazlo cada día. La vida pasa volando, en menos que canta un gallo. No pierdas tiempo lamentándote por lo que tienes en tu caja de ahorros.

Tienes que ver tu auténtico yo con la mente abierta, y cuando pienses en las cosas (cuando quieras hacer algo), hazlo como si tu vida dependiera de ello. Esa energía hará que tus deseos se cumplan.

Intenta no juzgar tus sentimientos: el tiempo que pasas viviendo en contradicción contigo mismo es un tiempo vacío. La vida no es una pertenencia que sea nuestra, es un regalo maravilloso que debemos tratar como si lo hubieran dejado a nuestro cargo. Y, dure lo que dure nuestra vida, tenemos que esforzarnos al máximo para devolver lo que se nos ha dado.

Lo que importa es cómo usemos esta vida que se nos ha dado. ¿Cómo vas a usar tu vida hoy? ¡Sácale el máximo partido!

Notas finales

Cambiar tu estilo de vida no tiene por qué ser difícil. Con unos ligeros cambios en tus costumbres, con un cambio sutil de perspectiva, lograrás tener prosperidad y alegría.

Intenta no dejarte arrastrar por los valores de los demás y no te inmutes ante preocupaciones innecesarias. Procura vivir una vida infinitamente sencilla, despojada de todo lo prescindible. Este es el espíritu del estilo de vida zen.

Conserva estos conceptos cerca de ti, y cuando la ansiedad o las preocupaciones asomen la cabeza, consulta todos estos hábitos para poder sacarle el mayor provecho a la vida.

El mundo es muy complejo, pero de seguro cuando hayas adoptado todos los hábitos que te propone Shunmyo Masuno, verás cómo tus preocupaciones desaparecen, y llevarás una vida mucho más relajada gracias a las claves del estilo zen.

Consejo de 12min

En el microlibro basado en “Fluir: una psicología de la felicidad”, Mihaly Csikszentmihalyi nos explica cómo las personas que saben controlar su experiencia interna son capaces de determinar la calidad de sus vidas.