Respira - reseña crítica

Respirar es una actividad vital para los seres humanos. Lo hacemos de forma inconsciente, y precisamente por eso lo hacemos mal.

La humanidad ha involucionado en cuanto a la fisiología de la respiración se refiere. La información histórico-científica contenida en este libro permite un acercamiento a testimonios del autor y de otras personas sobre las dañinas consecuencias de una respiración mal concebida.

Hoy día, cuando el COVID-19 hace estragos en la humanidad, este libro literalmente puede salvar vidas. ¡Escucharlo es una oportunidad para ayudar a nuestros seres queridos!

El Experimento

Al nacer un ser humano, su primera reacción innata es la de respirar. Respirar antes de abrir los ojos o llorar. No se podría llorar sin aire. La respiración es una función vital, natural e inconsciente de nuestra fisiología que nos acompañará durante toda nuestra vida.

Pero, ¿qué sucede si después de muchos años de vivir descubrimos que lo hemos estado haciendo mal, y que hacerlo mal es la causa de muchas enfermedades y dolencias?

El autor lo descubrió luego de que su vida fuera una travesía de sufrimientos y enfermedades por causas desconocidas. Un día, su médico le aconsejó una terapia gratuita sobre el arte de la respiración.

Al principio fue muy escéptico y se sentía frustrado; pero el resultado de la primera terapia lo sorprendió. El simple hecho de respirar de forma controlada y consciente durante una hora produjo un cambio notable en su salud. Emocional, física y emocionalmente, notó un cambio de energía al ensayar con otra forma de asimilar el aire circundante.

La documentación que sustenta este libro demuestra que la humanidad, a pesar de sus avances tecnológicos, farmacéuticos y biológicos, ha perdido la facultad de respirar adecuadamente. Todo el aparato respiratorio evolucionó para adaptarse al estilo de vida moderno y al consumo de productos procesados.

Es este un estilo de vida demasiado cómodo, que terminó por causar malformaciones en el paladar, la dentadura, la nariz, la laringe y los pulmones. El resultado, a su vez, fue el surgimiento de muchas enfermedades y patologías relacionadas con la respiración, como alergias, sinusitis, apnea del sueño, migrañas e insomnio, entre otras.

Impulsado por ello, James Nestor tomó la decisión de someterse a un experimento que permitiera demostrar los efectos nocivos de una mala respiración. En un gesto de valentía, se reunió con especialistas de diferentes ramas y disciplinas para hacer una serie de pruebas que lo llevarían al límite de su resistencia.

Durante veinte días, sería el objeto de estudio de un experimento dividido en dos partes. En la primera, le harían exámenes invasivos, como tomar muestras de tejidos, y taponar su nariz con conos de silicón y cinta adhesiva durante diez días para obligarse a respirar solamente por la boca.

El arte y la ciencia olvidados de la respiración

La investigación contemplada en este libro abarca muchas ramas del conocimiento humano a lo largo de la historia, así como la sabiduría ancestral de diferentes culturas. Toda la información recopilada coincide en un punto: saber respirar es saber vivir.

Asimismo, todo ha sido verificado y cuantificado a través de pruebas de laboratorio que permiten diferenciar entre la charlatanería y el verdadero saber. Se recogieron aportes olvidados de antropólogos, gurús autodidactas, entrenadores olímpicos, practicantes de apnea subacuática, y una variada gama de personas con suficiente curiosidad.

Uno de los sorprendentes hallazgos corroborados con diferentes pruebas de laboratorio es el referido a la nariz. Este es un órgano que la mayoría de las personas percibe como mera decoración del rostro, pero que una vez comprendida su importancia, llegamos a entender que los senos nasales están recubiertos de un tejido eréctil que le permite reaccionar.

En el caso de los hombres, es la nariz la encargada de liberar óxido nitroso, el mismo componente utilizado en la fabricación del viagra. Estos dos orificios recubiertos de piel y sensores reaccionan ante los cambios solares y lunares, y rigen la menstruación en la mujer.

Cada orificio corresponde a un lado del cerebro, por lo tanto, dependiendo de la cantidad y calidad del aire que entra por uno u otro orificio, podemos estar felices o tristes, tener mucha creatividad o poca, y poseer mucha energía o carecer de ella.

Con cada inhalación que una persona hace adecuadamente, entra al torrente sanguíneo una cantidad de moléculas equivalente a los granos de arena de todas las playas del mundo. Simplemente sorprendente.

Por otra parte, no solo es importante la cantidad, calidad y forma en que absorbes el aire, también influye la forma en que lo expulsas. Además de saber utilizar el diafragma para llenar los pulmones en su totalidad y maximizar su capacidad, es necesario presionar desde la parte baja del estómago para liberar todo el dióxido de carbono que contamina el cuerpo.

La respiración en el ser humano es en su mayoría aérobica, pero también poseemos una respuesta anaeróbica condicionada por el sistema parasimpático para reaccionar ante diferentes situaciones que requieran un extra de energía. 

Lento y menos es ganar-ganar

Contrario a lo que se cree, respirar mejor es lo contrario a respirar más rápido y en mayor cantidad. El exceso de oxígeno en la sangre produce hiperventilación, lo que genera efectos nocivos como depresión, ansiedad, hipertensión y dolores de cabeza, entre otros.

Según los estudios realizados, así como las técnicas recopiladas de culturas ancestrales, se trata de reducir el exceso de oxígeno —si lo hubiera— para incrementar los niveles de dióxido de carbono al 5,5%. Esto se logra gracias a respiraciones más lentas.

Esta técnica demostró ser efectiva en la recuperación de pacientes con enfisema pulmonar, asma y desviaciones de la columna.

Unos trucos excelentes para ralentizar el ritmo respiratorio son la oración y la meditación. Se estima que el rosario se desarrolló bajo el ritmo pausado, llamado Onda Meyer, para que las personas lograran una experiencia mítica, concentrándose en ritmos respiratorios más lentos.

La modernidad demuestra que el estilo de vida está condicionado por el consumo excesivo, tanto de comida como de otras cosas, lo que se traduce en un alto índice de obesidad y de padecimientos diversos.

De igual forma, una respiración bucal y pulmonar que contempla un altísimo consumo de oxígeno, a la larga culmina en enfermedades.

La solución radica en hacer exhalaciones más prolongadas con aspiraciones cortas; de esta manera, el cuerpo se acostumbra a un perfecto nivel de oxígeno, y el cerebro y los músculos reaccionan mejor.

Es un proceso de hábito que al principio puede resultar doloroso, pero que una vez internalizado, da como resultados una mejor condición física, una mente más despierta y un espíritu más sereno.

En la actualidad, una vez revisados los trabajos otrora despreciados, se pudo comprobar que tenían la razón. Estos efectos positivos se resumen en un mayor contenido de glóbulos rojos en la sangre, y con ello, toda una serie de beneficios para el cuerpo humano en general.

Con la aplicación de estas técnicas, el ph se vuelve más ácido, hasta encontrar el equilibrio perfecto entre alcalinidad y acidez, expresado en el 7,4%. Así que, a respirar lento y menos.

Masticar, alternar y aguantar: secretos para vivir mejor

Parece increíble, pero la dieta mayormente blanda y procesada de la cultura actual ha degenerado en una boca mal formada, dientes disparejos y maxilares débiles; una cavidad bucal más pequeña que termina por entorpecer la respiración.

El estudio antropológico de miles de osarios confirma que, hace unos 300 años, se inició una tecnificación en el procesamiento de los alimentos. Aunque mejoró la dieta al hacerla más balanceada, también debilitó la anatomía bucal humana.

Los maxilares y los dientes pueden fortalecerse y cambiarse hasta los 70 años si se hace un cambio sustancial con alimentos más duros que ejerciten los maxilares. Pero si esto resulta una contrariedad, es posible simplificarlo con un ejercicio económico, divertido y efectivo: masticar chicle.

Alternar la respiración debe ser una práctica constante, intercalando ejercicios que varíen de respiraciones largas y profundas a otras cortas y superficiales. Así, se entrenará al sistema respiratorio y el cuerpo activará reacciones óptimas ante los diferentes estímulos del ambiente.

De igual manera, incluir respiraciones cortas y rápidas durante algunos minutos al día habituará una respuesta positiva que disminuirá la hiperventilación y mantendrá los niveles de dióxido de carbono en el espectro adecuado de tolerancia.

Practicar la retención de la respiración fortalecerá el aparato respiratorio, ampliará en 30% la capacidad pulmonar y, con ello, las resistencias aeróbica y anaeróbica mejorarán notablemente.

Está demostrado que los pulmonautas profesionales de la apnea subacuática pueden aguantar hasta 10 minutos sin respirar a profundidades de 80 metros. Entrenar, sentados y relajados, el aguante de la respiración puede cambiar hasta nuestra manera de afrontar la vida.

Estas técnicas no son nuevas, algunas cuentan con registros de hace 3.000 años. Cientos de culturas, en diferentes épocas y lugares, dejaron pruebas del uso de la respiración como forma de vida y medicina.

Algunos nombres como ki, chi, prana y Pneuma se utilizan actualmente. Es tan amplio el alcance de los beneficios de la respiración, que está confirmado que Cristo, Buda, Ghandi y el Dalai Lama la utilizaron para alcanzar estados míticos, conservar la salud y mantener un espíritu sereno.

Ante tantos ejemplos, y al ser una actividad que no cuesta nada, vale la pena probarlo.

La respiración perfecta

La lectura de este libro nos demuestra que realmente no sabemos respirar. Lo hacemos de forma pulmonar, muy aeróbica y hasta bucal. Incluso atletas olímpicos pueden tener mucha resistencia y condición física, pero padecer de apnea del sueño, alergias y ronquidos.

Entonces, la respiración no tiene que ver con una gran potencia muscular. Los practicantes de yoga son una muestra. Aprender a respirar consciente y pasivamente genera muchos beneficios para la salud, al tiempo que disminuye los niveles de estrés y ansiedad.

Muchas de las enfermedades modernas están relacionadas con una mala respiración. Pero a estas enfermedades se las concibe y trata de manera aislada y como consecuencia de factores externos como el exceso de trabajo, las deudas o un matrimonio problemático.

La medicina moderna es eficaz al momento de salvar la vida a personas con lesiones muy graves, pero cuando se trata de dolencias que no implican un inmediato riesgo de muerte, se limita a recetar antidepresivos y analgésicos. Como le dijo un médico al autor, palabras más, palabras menos: apagamos incendios, no sacudimos el humo.

Una de las sugerencias más simples y efectivas de este libro es el de la respiración perfecta. Inhala durante 5,5 segundos. Y exhala durante 5,5 segundos. El número es perfecto para una respiración perfecta, y debió ser recuperado de los arcanos conocimientos del origen de la humanidad.

Este método se puede practicar durante minutos u horas. No tiene efectos secundarios. Se puede hacer sentado, acostado o de pie. Levará el cuerpo humano a su máxima eficiencia, subiendo los niveles de energía y aportándole mucha lucidez a los sentidos.

Algunas prácticas de respiración sí pueden ser más traumáticas, y requerir de mucho tiempo y paciencia. Pero no es necesario llegar a los extremos, tampoco forzarse demasiado al principio para terminar abandonando al poco tiempo.

Se debe pasar de lo simple a lo complejo, y tener conciencia de que un cambio de hábito no se logra en un día, sino con una constante y armónica cultura de cambio, para poder reconocer nuestras debilidades y competencias. Cuando diferenciemos los beneficios y los pequeños giros en nuestra manera de respirar, habremos iniciado el camino.

Notas finales

A pesar de que respirar parece tan simple y natural, este libro nos demuestra que probablemente lo hemos estado haciendo mal desde que cobramos conciencia. La mala práctica de la respiración es la causa de muchos inconvenientes en nuestra calidad de vida.

Una adecuada respiración puede mejorar la vida de las personas y, en tiempos donde el COVID-19 hace estragos en todo el planeta, tomar conciencia sobre cómo respirar bien es un aliciente tanto para quienes han padecido la enfermedad como para quienes no la han contraído.

Esta obra nos propone ejercicios simples que pueden ir cambiando de intensidad en la medida que nos vamos conociendo y vamos asimilando las ventajas de hacer pequeños cambios que solo requieren de unos minutos diarios y de un espacio mínimo.

Toda la información contenida en este libro puede ser corroborada con fechas y datos disponibles en la web. No es un secreto que disciplinas como el yoga se sustentan en la respiración. Nadie cuestiona sus beneficios, aunque algunas ramas de las ciencias se nieguen a aceptarlo.

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