Tu vida, tu mejor negocio - reseña crítica

¡Cambiar de estilo de vida es posible! La guía de Salvador Alva nos muestra el camino para darle preponderancia a nuestra existencia en un mundo donde prima la competitividad y el estrés. A través de un plan de vida podremos iniciar un viaje hacia la felicidad plena. ¿No es lo que todos queremos?

Capítulo 1: Punto de partida

Para Salvador Alva, los seres humanos nos pasamos nuestra existencia persiguiendo y adquiriendo bienes que nos diferencien del resto. De esta forma, cubrimos nuestras necesidades fisiológicas y emocionales.

El autor cita la teoría de Abraham Maslow sobre la motivación humana que explica que, a medida que satisfacemos nuestras necesidades básicas, desarrollamos deseos más elevados.

Visto gráficamente, consiste en una pirámide de cinco niveles. Partiendo desde la base:

1. Fisiología
2. Seguridad
3. Afiliación
4. Reconocimiento
5. Autorrealización

Los cuatro primeros corresponden a las necesidades del déficit, mientras que la autorrealización concierne a las necesidades del ser.

El gran tema aquí es que “no todos los individuos sienten el deseo de autorrealizarse debido a que se trata de una conquista individual y no depende de factores externos”.

En el mundo actual, la mayoría de las personas se encuentra satisfaciendo sus necesidades fisiológicas. Así que estamos lejos de buscar la realización personal.

Capítulo 2: Nuestro lugar en el universo

Si nos detenemos a observar nuestra vida en el contexto del tiempo y el espacio, notaremos que nuestro paso por este mundo es insignificante y que el planeta es muy pequeño dentro del universo.

“La vida de un ser humano equivale a un grano de arena en la playa”, dice el autor al respecto.

Para él, debemos preguntarnos por qué nos tocó nacer en la generación de mayor evolución y cambio histórico. ¿Por qué ahora y no antes? ¿Qué significa que estemos aquí? ¿Cuál es nuestra misión? ¿Qué legado queremos dejar?

Si no nos hacemos estos cuestionamientos o si no conseguimos responderlos, nuestra vida carecerá de sentido y propósito, y estará definida por la corriente: pueden ser nuestros amigos, la publicidad o la sociedad en general quienes la moldearán.

Complementando esta idea, Alva sostiene que “la felicidad no es una competencia olímpica para tener más, ser más exitoso, sentir más placer y hacer más cosas”.

Sucede que a la felicidad se la puede entrenar, desarrollar o aprender sin condiciones ni ayudas económicas.

Capítulo 3: ¿Por qué un plan de vida?

Nuestra vida es temporal, a pesar de que muchos vivan como si lo fueran a hacer para siempre, olvidando ser felices.

Para Alva, es la intensidad en que suceden las cosas lo que les da valor, y no el tiempo que duran.

Además, da su propia receta para alcanzar la felicidad: “Libera tu corazón del odio, libera tu mente de las preocupaciones, vive de forma simple, da más y espera menos”.

Esto choca con la enfermedad más grave de este siglo: el estrés. Según el autor, su principal origen es la falta de un propósito o de claridad de rumbo.

Por eso es importante hablar de éxito y felicidad. El primero pasa por buscar lo que no eres, en tanto que la segunda es aceptar lo que eres.

En otras palabras, el éxito está relacionado a tener lo que deseas y la felicidad a disfrutar lo que tienes.

Precisamente, si no podemos manejar nuestra realidad y aceptarnos tal cual somos, las expectativas aumentarán. Por lo tanto, la ansiedad que genera no alcanzarlas será difícil de controlar.

“La vida comienza cuando salimos de nuestra zona de confort, cuando miramos con otros ojos y tenemos la voluntad para actuar y romper paradigmas”, dice Alva. Para eso necesitas un plan, para hacer hoy lo que te acercará a un sueño que actúa como guía.

Capítulo 4: Modelo estratégico para elaborar un plan de vida

Realizar un plan de vida requiere preparación y conlleva un gran riesgo: Alva dice que si lo hacemos, se cumplirá todo lo que soñamos y por lo que trabajamos.

El autor traza un paralelismo con la planificación estratégica de una empresa y la compara con el plan de vida. Ambos necesitan estos tres componentes:

1. Alinear la visión (diseñarla)
2. Alinear la organización (hacerla realidad)
3. Alinear la cultura (vivirla)

Es decir, al plan de vida hay que diseñarlo, luego hacerlo realidad y, por último, disfrutarlo desde hoy.

Obviamente, aparecerán escollos. Pero no debemos tener miedo de enfrentar riesgos, porque gracias a ellos crecemos y descubrimos nuevas perspectivas de la vida.

Lo que te puede ayudar en este camino es la meditación. Alva la define como “la herramienta más común para entrenar la mente y vivir el presente”.

Capítulo 5: Creando una visión

Si queremos crear futuro, el primer paso es definir hacia dónde vamos.

“La visión debe ser suficientemente retadora y a la vez realista; es la que da sentido a la vida y a las empresas”, sostiene el autor. “Es muy importante porque le da un significado a lo que estamos haciendo, (...) y nos proporciona un sentido de logro y propósito”.

A la hora de idear una visión para nuestro plan de vida, pensemos en la muerte. Suena un tanto dramático, pero confrontarla será útil para darnos energía, valentía y coraje para saber qué queremos hacer con nuestras vidas.

También nos permite ver la vida como un todo que incluye al pasado, al presente y al futuro. Además de que sirve para clasificar lo que realmente es importante para nosotros.

Este es el punto de partida para desarrollar un plan de vida. Una vez definida la visión, tenemos respuestas que antes no.

Capítulo 6: Tener o ser, he ahí el dilema

Cuando tenemos la visión, producimos el primer compromiso con nosotros mismos. Aunque por sí sola no es suficiente para transformar nuestras vidas.

El conflicto inicial que aparece es el de cómo manejar las prioridades entre el tener (externo) y el ser (interno).

En el sistema capitalista, muchos empresarios han abusado de una gran confusión generada al unir a los dos conceptos para venderlos como si uno fuese consecuencia del otro. O sea, que la felicidad llega a través de la riqueza económica.

Esto último se nota mucho con las publicidades. Gracias a ellas crean necesidades que antes no existían.

Pero la realidad es que las cosas más valiosas no se compran con dinero.

Capítulo 7: ¿Qué me hace feliz? Definiendo mis ventajas competitivas

Los seres humanos seguimos rutinas cansadoras, pocas veces nos preocupamos genuinamente por las personas que nos rodean y olvidamos la amplitud del mundo.

No obstante, podemos revertir todos esos vicios que hemos adoptado y hacer todo lo que nos dé plenitud.

Aunque no tenemos una respuesta fácil a qué nos hace felices, existe una relación estrecha entre nuestra visión y lo que nos da felicidad.

El autor cita la teoría del 90/10 de Stephen Covey, que sostiene que el 10% de la vida está relacionado con lo que nos pasa, mientras que el 90% tiene que ver con nuestra actitud y la forma en que reaccionamos.

“Cuando nuestra actitud cambia, la vida también lo hace. La actitud positiva marca la diferencia entre el logro y el fracaso”, agrega Alva.

Tras la visión y las actividades que nos hacen felices, aparecen las ventajas competitivas. Es decir, habilidades o características que tenemos que potenciar para llevar a cabo nuestro plan de vida.

Capítulo 8: Mis valores gobernantes

Para Alva, los valores “son el motor de una persona, las guías que describen la manera en que actúa día a día mientras camina hacia su visión”.

Están formados por nuestras creencias, normas e ideas, y permiten a los seres humanos vivir en armonía.

El autor también señala que las sociedades que realmente progresan son aquellas que tienen en claro cuáles son sus valores gobernantes.

Por ejemplo, Japón es una potencia económica porque allí la puntualidad es sinónimo de honorabilidad y mejora continua, de calidad total.

En el plano personal, tenemos que elegir entre cuatro y diez valores gobernantes con el objetivo de definir qué conductas representan para nosotros.

Luego hay que calificar cada conducta del uno al diez, para ver si estamos actuando de acuerdo a ellas. Si la calificación es diez, significa que vivimos en plenitud. Mientras que si la calificación es uno, es una señal de que debemos mejorar.

Capítulo 9: Estrategias y plan de vida

A partir de aquí comienza la acción. Cambiaremos nuestra situación actual para ir hacia la visión deseada.

Si bien parece mucho trabajo cumplir con todos los pasos anteriores para llegar hasta acá, Alva manifiesta que alcanza con proponerse cambiar algo cada día.

Lo que ayuda es tener una estrategia, un camino claro y concreto para trabajar todos los días.

Diseñar las estrategias servirá para lograr que las fortalezas o áreas de felicidad se conviertan en ventajas competitivas.

Hecho esto, veremos que estamos en la segunda fase del plan de vida. Transitamos del papel a los hechos. Si bien es un período más complejo, las satisfacciones son aún mayores porque se empiezan a ver los cambios en las personas.

Capítulo 10: Plan de acción, conviértelo en realidad

Según el autor, en este punto se empieza a formar un nuevo hábito y la dificultad aumenta.

“La acción de cambio es lo que diferencia a los seres humanos del mundo animal: el poder de elección”, explica. Esto se debe a la voluntad, un poder con el que el resto de los seres no cuenta.

Se trata de un momento bisagra, donde debemos definir si tenemos la voluntad para dirigir nuestra vida o si seguiremos viviendo según las rutinas y sin hacer cuestionamientos.

Cuando Alva tomó esta decisión, se dio cuenta de que su único rival eran sus propias debilidades. “Aquella vez dejé de temer el perder y empecé a no tener miedo a no ganar”.

En esta ocasión, lo que hay que hacer es establecer metas concretas con sus respectivas métricas. De esta forma, alcanzaremos nuestros objetivos a largo plazo.

Una vez que vayamos cumpliendo con los objetivos propuestos, iremos agregando nuevos objetivos cada vez más altos.T

Capítulo 11: Disfrútalo desde hoy

“No es suficiente con diseñar un plan de vida ni convertirlo en realidad si no logramos aprender a disfrutar la vida y el presente”, sostiene Alva.

El único momento para hacerlo es ahora. La felicidad debe experimentarse ya.

Pero, en lugar de ir por ella y pensar en el futuro, ponemos excusas y quedamos atados al pasado.

“Si nos dedicamos únicamente al presente lograremos tener una vida positiva, feliz y libre de comportamientos autodestructivos”, añade el autor.

Habremos llegado a esta tercera fase si nuestras motivaciones primordiales son interiores y no exteriores, si no necesitamos la aprobación de los demás y si eliminamos las relaciones de dependencia.

La clave es aprender a elegir los pensamientos que queremos. Aunque está claro que no es fácil. “Debemos aprender a confiar en nuestros sentimientos y en aquello que elijamos sentir en cualquier momento de nuestra vida”.

Notas finales

Nos han vendido la idea de que lo único que trae felicidad es el dinero. Así nos pasamos horas y horas trabajando y llenándonos de estrés para conseguirlo. Pero al final no obtenemos dinero, perdemos tiempo y solo nos estresamos.

En “Tu vida, tu mejor negocio”, Salvador Alva nos muestra que otra vida es posible. Solo necesitamos un propósito que nos permita salir de la rutina.

Esto se logra a través de un plan de vida, que consta de tres pasos: primero hay que diseñarlo, después hacerlo realidad y, finalmente, disfrutarlo desde hoy.

Consejo de 12min

En caso de que continúes buscando cambiar, anímate a leer “7 días para transformar tu vida por completo”, de Frank Mullani.