Haz lo que importa - reseña crítica

Cracks Podcast es uno de los podcasts más escuchados en español, así como una metodología para afrontar la vida intensamente y alcanzar resultados extremos: el método DMS (Do Meaningful Shit o Haz lo que importa) y fue creado por Oso Trava.

Este no es solo una filosofía o sistema de creencias, es un método práctico que te guiará para dedicar especial atención y energía a las cosas que te mueven profundamente. Con este obtendrás una vida próspera dirigida a los resultados, construida con base en una dirección clara, a la que llegarás con movimientos inteligentes y dotada de un significado profundo. 

Haz lo que importa será una gran herramienta de crecimiento personal para ti. Prepárate para decirle adiós al viejo tú y comenzar una nueva vida de cracks. ¿Vamos?

Descubre dónde estás

DMS (Dirección, Movimiento y Significado o Do Meaningful Shit), es un mapa para construir una vida de éxitos, alimentada con un profundo significado, haciendo lo que realmente importa. 

El método está compuesto de tres etapas: D (Dirección). No hay viento favorable para quien no sabe a dónde va. Sin dirección, somos ineficientes. M (Movimiento). Sin movimiento, no hay resultados, pero hay que hacer el movimiento correcto. S (Significado).

¿Por qué importa lo que pretendemos hacer? Sin significado, estaremos siempre insatisfechos. El proceso se repite una y otra vez, cobrando más velocidad y altura cada vez conforme se alimenta de sí mismo. A cambio de seguir el método obtienes una vida próspera dirigida a resultados, construida con base en una dirección clara, hacia un destino claro, llegando ahí con movimientos inteligentes y alimentada por un significado profundo.

Para trazar una ruta, primero hay que saber dónde estás exactamente y si hoy te encuentras sin empleo, eres libre para emprender una búsqueda hacia la verdadera realización profesional, hacia la felicidad. Esa era tu verdadera dirección.

Emprender se convierte en un vehículo que te llevará a encontrar un propósito y a enfocarte en hacer lo que realmente es importante para ti en la vida. 

“Comprueba tu punto de partida” es el requisito que te piden las aplicaciones de movilidad para poder llevarte a cualquier lugar; no puedes llegar a ningún lado si no sabes de dónde estás saliendo. Sin embargo, muchas personas se sienten a la deriva en su vida, salen a trabajar duro todos los días y “hacen cosas”, pero no parecen llegar a ningún lugar que valga la pena. Por eso, el primer paso del método DMS es tener tu propio GPS, establecer tu punto de partida y el lugar adonde quieres llegar.

Si no estás convencido de a dónde vas o por qué quieres llegar ahí, es difícil que dediques el esfuerzo necesario, el enfoque, la energía y la pasión, como para superar todos los obstáculos que encontrarás en tu camino.

Para ello, es imprescindible saber dónde estás y a dónde vas. Porque si a mitad de ese camino te das cuenta de que no compartes una visión y que estás inseguro de la dirección que has tomado, empezarás a ir a la deriva. Debes conocerte profundamente.

Las siete áreas de una vida extraordinaria

Salud y bienestar: tu salud es la línea de vida; influye en todo lo que haces en las otras seis áreas. Salud y bienestar no es solo cómo te ves, sino cómo te sientes. No es solo cómo cuidas tu cuerpo, sino también tu mente. En esta área, puedes considerar factores como tu peso, tu fuerza, tu flexibilidad y tus niveles de energía.

Ámbito profesional: nuestro trabajo engloba hasta el 70% del tiempo que pasamos despiertos; una falla o una deficiencia en nuestra área profesional puede repercutir en cómo percibimos nuestra vida en general. El área profesional es todo aquello que nos brinda reconocimiento laboral y financiero. Aquí se incluyen tus finanzas, tu trabajo, tus premios; es eso en lo que buscas progreso, es eso que te ayuda a crecer y que también te permite contribuir al mundo.

Relaciones amorosas: entre más amas, más creces, y entre más creces, más puedes mejorar la vida de las personas que verdaderamente te importan. Tus relaciones amorosas comprenden las conexiones que tienes con esas personas que te complementan de manera profunda y que te ayudan a crecer. Aquí no entran tus familiares cercanos o tus amigos; aquí debes centrarte en esas personas que verdaderamente te complementan, como tu pareja sentimental y tus hijos.

Relaciones personales: aquí se incluyen las relaciones que no son parte de tus relaciones amorosas. Aquí están tu familia, clientes, amigos, parientes cercanos, lejanos y conocidos. Estas relaciones son algo que todos valoramos en nuestra vida, pero también es la primera área en ser sacrificada cuando estás en la búsqueda de objetivos personales o cuando las cosas se vuelven difíciles.

Aprendizaje: tu cerebro es como un músculo que también se ejercita, crece y evoluciona. El área del aprendizaje en tu vida incluye todo aquello que atrae tu curiosidad y que te enseña nuevas habilidades. Puede ser un nuevo deporte, un nuevo idioma, una nueva técnica, utilizar un nuevo programa o una nueva filosofía. Piensa en el aprendizaje como todo lo que te brinda una manera diferente de ver el mundo, de interpretar los problemas y de crecer intelectualmente.

Vida personal y diversión: si bien los seres humanos somos seres sociales, a veces se nos olvida que necesitamos mejorar nuestra relación con nosotros mismos. La vida es una aventura y debemos vivirla como tal y esto incluye desarrollar actividades personales que, por sí mismas, te generen placer y satisfacción.

Espiritualidad: más allá de creencias religiosas, es importante mantener nuestro centro en el camino de la vida. Piensa en todo aquello que te aterriza, te centra, te conecta con el universo. Hay gente que lo llama Dios, pero también campo cuántico, Buda, Alá, Pachamama o la matrix. Eso que te hace sentir parte de algo más grande; eso es tu espiritualidad.

Mientras más prioridades tengas, menos enfocado estarás. Además, serás percibido como una persona que no tiene ni idea de qué hacer ni por dónde empezar. Elige tres prioridades, no más. Sabrás cuáles son, pero no más de tres.

Los 3 ladrones del foco

Necesitas identificar las áreas de tu vida en las que debes invertir tu tiempo y tu energía para alcanzar una vida de éxito. Para eso, necesitas definir qué es el éxito para ti.

Puedes transitar múltiples caminos en tu vida, pero solo hay ciertos parajes que llenarán tu tanque de combustible porque, en realidad, resuenan con lo que alimenta tu esencia. Para llegar a nuestro destino, debemos silenciar el ruido que nos rodea; debemos evitar ser guiados por fuerzas externas y, así, darle su lugar a nuestras prioridades.

Existen tres grandes factores que nos alejan de nuestros objetivos, que nos regresan a patrones de conducta conocidos y nos generan ese falso sentimiento de seguridad momentánea. Son estos a los que yo llamo “los tres ladrones del foco”: 

• El miedo: El miedo es una condición humana por naturaleza. Es la manera en que estamos programados para sobrevivir y protegernos. Pero hoy nuestros miedos poco tienen que ver con la capacidad de mantenernos vivos o evitar peligros reales y amenazantes. Cada vez que sufres estás enfocado en ti y en el hecho de que tus expectativas no se están cumpliendo como imaginaste. Ahora, si quieres lograr la libertad y la paz mental que puedan llevarte a dar ese paso que no te atreves a dar, es necesario aprender a bailar con tus miedos. Existen tres tipos de miedos que desencadenan la inacción y el sufrimiento: El miedo a la pérdida o la percepción de pérdida. Tener menos o creer que tienes menos. La creencia de que algo nunca sucederá. Piensa en lo peor de lo peor que podría pasar; llévalo al extremo. Húndete en tu miedo y entiende qué es, en realidad, lo que te frena.
• El placer inmediato: Cuando vivimos en modo reactivo y sin enfoque, nos sometemos constantemente a la ansiedad. Cuando vivimos estresados la idea de sentirnos bien, aunque sea solo por un momento, se hace tan atractiva que perdemos de vista nuestros objetivos finales. A veces, sentir un pequeño descanso, una pequeña satisfacción, se busca como si fuera lo único importante en ese momento. Realizamos acciones que generan descargas de dopamina y serotonina en nuestro cerebro, que son los neurotransmisores de placer que, si bien pueden tranquilizarnos por un momento, normalmente resultan contraproducentes en el mediano y largo plazo. Estas son nuestras trampas de placer, trampas que nos dan una pequeña satisfacción instantánea, pero que nos alejan por mucho de la meta final. Recuerda que donde pones tu atención, pones tu energía y tu energía, enfocada de manera consistente en lo que importa, generará resultados.
• Las expectativas externas: Asumimos que para mantener relaciones con otras personas debemos cumplir con todas sus necesidades, inclusive si eso significa poner nuestras prioridades en un segundo o último plano. No queremos decepcionar a esas personas que podrían aceptarnos, acogernos y amarnos. Lo peor es que hay veces en que esas expectativas ni siquiera son reales, sino que solo son ideas que creamos o asumimos en nuestras mentes. Nos hacemos ideas de que cumpliendo sus expectativas podemos estar mejor, cuando la realidad es que, posiblemente, esas personas ni siquiera tengan alguna expectativa de nosotros. Esto se vuelve un hábito y terminamos por entregar el control de nuestras vidas a estas expectativas, a veces, inexistentes. Piensa en maneras de cómo podrías actuar: prioriza de forma correcta sin tratar de llenar expectativas que probablemente te roban atención y se convierten en ese tercer ladrón del enfoque.

Estos tres ladrones son los responsables de que no puedas enfocarte en hacer lo necesario para tener todo lo que quieres.

El embudo del enfoque está diseñado para definir qué hacer con cada una de las tareas y decisiones que tienes frente a ti y te permite, al final del proceso, solo enfocarte en lo que más te importa. Este modelo tiene cuatro pasos: 1. Eliminar 2. Simplificar 3. Automatizar 4. Delegar.

El resultado es una selección de actividades esenciales para lograr tus objetivos, aquellas a las que tú agregas el máximo valor pero que, además, disfrutas hacer y haces muy bien: en estas acciones usarás tu tiempo genio.

Crea un futuro sin límites

Haz este ejercicio: piensa cómo sería el mejor año de tu vida, en las áreas de tu estrella que más te importan, en las que has decidido enfocarte, ¿cómo lo describirías? Visualiza ese gran futuro, pero no le pongas límites. Recuerda: ¡se trata del mejor año de tu vida!

Identifica las tres metas más importantes que consigues en ese año, las que más te emocionan, y piensa qué estarías dispuesto a hacer para que de verdad se materializaran. De eso se trata el método DMS: de trabajar en ese futuro sin límites, de visualizar y crear la vida que siempre has querido. No pierdas de vista esas metas y simplemente comprométete con ellas.

Cuando dejamos que nuestras creencias limitantes nos dominen, el resultado de nuestras acciones siempre refuerza dichas creencias, lo que provoca un ciclo negativo que nos aleja de la vida que queremos vivir, una especie de espiral de la muerte donde tu realidad está dictada por tus creencias y, de esa forma, al no darte cuenta de ello, es muy difícil salir de ahí.

El vórtice del crecimiento, entonces, es un ciclo positivo y autoalimentable en el que una convicción que nos empodera nos motiva a tomar una acción que genera resultados positivos y estos, a su vez, alimentan nuestra confianza, generando ciclos ascendentes de impacto que provocan más resultados positivos. 

El vórtice del crecimiento tiene tres fases: 

1. La creencia o la convicción de la que parten nuestros pensamientos.
2. La acción que genera cambios.
3. Los resultados que obtenemos. Y como el vórtice del crecimiento es el espejo de la espiral de la muerte, uno puede fácilmente convertirse en el otro y eso es de lo que se trata, de que tú conviertas tu espiral de resultados negativos en tu vida, en un vórtice del crecimiento.

Identifica qué historia te estás contando y cuestiona si verdaderamente es cierta o no. Para hacerlo más tangible, hagamos este ejercicio. Revisa las tres metas más importantes que documentaste en lo que será el mejor año de tu vida. Ahora, analiza cuál es la historia limitante que te cuentas, por qué no podrías conseguir dichas metas.

Una vez que hayas identificado tus historias limitantes, cuéntate una completamente opuesta en cada caso. Te darás cuenta de que así como hay cientos de historias limitantes que encontramos para nosotros mismos, hay otras cientos que también nos empoderan. Lo único que debes hacer es utilizarlas a tu favor. Empieza a cambiar dichas historias.

Transforma tu identidad

Todos tenemos una autoimagen y, desafortunada o afortunadamente, esa imagen no siempre es la más realista como para representarnos como somos. Y dicha autoimagen, sin duda, configura nuestros resultados, nuestras acciones y nuestros hábitos. Somos nuestros hábitos; en eso nos hemos convertido y si queremos crear nuevos hábitos que nos acerquen a los objetivos que buscamos en la vida, la mejor forma de hacerlo es construir una nueva identidad de nosotros.

Para tener resultados diferentes y generar las acciones que te llevarán a los resultados que quieres conseguir en la vida, lo primero que debes hacer es convertirte en esa persona que tendría los resultados que tú buscas. La pregunta real no es ¿qué quieres tener? o ¿qué quieres hacer? La pregunta real es ¿en quién te quieres convertir? Y voy a compartirte un secreto: convertirte en esa persona no tiene que esperar; puedes convertirte en esa persona hoy mismo.

Y eso puedes tenerlo a cualquier edad y debes hacerlo tú mismo. ¿Odias tu trabajo? Cambia tu identidad. Si trabajas en recursos humanos y te sientes aburrido de hacer un trabajo monótono, cambia tu identidad y piensa que eres un generador de talentos, un arquitecto de futuros. Si fueras eso, ¿cómo te comportarías? ¿Cómo aceptarías los retos del día creyéndote un arquitecto de futuros y no un procesador de papeles como quizá lo haces hoy? Así que, ahora, imagina quién es la persona en la que tienes que convertirte para obtener todo eso que quieres y conviértete en esa persona. Imagina cómo se ve, cómo actúa, qué hábitos tiene, cómo piensa.

Para que puedas hacer este ejercicio con mayor facilidad y convertirte en esa persona que quieres ser, piensa en las siguientes tres cosas:

1. ¿Cómo piensa esa persona? ¿Para qué usa su mente? ¿Cuáles son sus creencias?

2. ¿Cómo maneja su tiempo? ¿Opera, planea, prioriza? ¿Qué hace durante el día?

3. ¿Cómo se siente normalmente esta persona? Retado, ansioso, satisfecho, exitoso, feliz, fuerte.

No importa el área de la vida; si te fijas una meta, lo importante no es la meta en sí, sino el sistema y los procesos que implementes y que sigues para lograrla.

Notas finales

La vida se trata de buscar el balance. No podemos vivir con la mente puesta en el futuro, pues solo lograremos atraer ansiedad a nuestras vidas, pero tampoco podemos pretender estar en el presente de un abrupto mordisco.

Puedes crear tu tiempo y decidir cómo invertirlo. Primero, revisa tu agenda y haz una lista de las cosas que hiciste en la última semana. No solo se trata de las juntas que tuviste, sino de todo lo que hiciste en general. Si no llevas agenda, trata de recordar todo lo que hiciste y anótalo. 

Esta lista te ayudará a entender dónde estás invirtiendo tu tiempo y si lo estás invirtiendo correctamente. Después, haz una lista de actividades a las que quieres darles prioridad; preferentemente, enfócate en cada área de tu estrella de la vida. Identifica esas acciones a las que sabes que necesitas dedicarles más tiempo. 

Una vez creada tu lista, asigna el porcentaje de tu tiempo que le corresponde a cada actividad, hasta que la suma de todos los porcentajes sea 100 por ciento. 

Con esto, podrás entender hacia qué acciones debes estar enfocando tu tiempo. Ahora solo necesitas la disciplina para implementar acciones y, con eso, cambiar tus resultados para aprovechar tu tiempo. 

Nunca postergues las cosas que realmente importan y si lo hiciste, no intentes reparar los daños en un solo día. Del apuro te quedará el cansancio, el estrés y, quizá, alguna que otra cicatriz.

Consejo de 12min

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