¡Déjate de tonterías! - reseña crítica

Muchas veces nos vemos delante de amigos o parientes, charlando acerca de una serie de problemas que somos incapaces de resolver. Hablamos acerca de las dificultades y sus soluciones nos parecen cosas muy lejanas. Mantenemos la misma actitud, no cambiamos nada y esperamos soluciones casi mágicas. El cuerpo se comporta como víctima y después culpamos al mundo. Pues Cristina Hortal Moriana nos explica en “¡Déjate de tonterías!”, que es posible obtener objetivos más grandes de lo pensamos. ¡Ve por tus sueños!

Introducción

Al referirse a tonterías, la autora habla sobre muchas basuras mentales y emocionales que nos sobrecargan y bloquean nuestra energía, que debería ser creativa.

Es un montón de porquería originada por unas vocecitas que nos dicen todo el tiempo que no podemos conseguir lo que queremos. No importa cuáles sean los objetivos.

Esta misma basura incluye la palabra “pero” con cada sueño que empezamos. La energía creativa nace de nuestra imaginación, ingenio, deseos, confianza y ganas de vivir.

Es algo capaz de crear nuevas realidades, aunque las vocecitas intenten impedirnos avanzar.

Pero no es magia, sino que los acontecimientos surgen a cada paso si eres más positivo.

Es importante tener en cuenta que todo, absolutamente todo, ocurre por una causa. Esto es un hecho que explica la ciencia pura, los amantes de lo racional comprenden que la forma en que se miran las cosas es fundamental para cambiarlas.

Las leyes que rigen al universo no cambian, no tienen excepciones. No son justas o injustas, solo son.

La ley de la causalidad es igual: algunas cosas ocurren sin que podamos cambiarlas, pero otras dependen directamente de qué manera miramos a la vida y a sus acontecimientos.

Por muy diferente que parezca, lo contrario del amor no es el odio, ya que el segundo tiene una causa más profunda.

La autora menciona las actitudes que conllevan una serie de causas similares, en la cual una cosa lleva a otra, casi de manera automática. Se trata del odio, el ataque, la defensa y el miedo.

Tus necesidades

Es necesario que te centres en ti y nada más. A nadie puede importarle más que a ti el conocimiento de cuáles son tus necesidades.

El autoconocimiento es un poder que pocas personas trabajan de la manera adecuada. 

Sin saber qué necesitas, no llegarás a ningún lugar. Y para que te conozcas más, son necesarias las respuestas a algunas preguntas que te ayudarán a descubrirte un poco más.

Hortal Moriana te invita a que te hagas esta serie de preguntas:

• ¿Predomina la coherencia en tu vida?
• ¿Piensas, sientes y actúas en la misma dirección?
• ¿Te pones retos a menudo?
• ¿Sueles acabar lo que empiezas?
• Cuando tomas una decisión, ¿priorizas tus deseos o necesidades o, por el contrario, tienes en cuenta antes lo que otros esperan de ti o lo que se supone que debes hacer?
• ¿Sabes decir “no” cuando no te apetece hacer algo?
• ¿Cumples tus promesas?
• ¿Sueñas en grande?
• ¿Miras a los ojos a menudo a las personas con las que hablas?
• ¿Sientes envidia a menudo de la situación de otros?
• ¿Consideras que la vida es injusta contigo?
• ¿Aprovechas tus dones y talentos al máximo en tu trabajo?
• ¿Disfrutas con tu trabajo u ocupación y sientes que has nacido para estar ahí?
• ¿Te sientes agradecido a menudo por tu vida?
• ¿Muestras tu afecto sin reservas a los tuyos?
• ¿En qué área tienes una media baja si haces una puntuación?
• ¿Cuál es?
• ¿Cómo podrías mejorar?

Las áreas de tu vida

Escoge los tres o cuatros aspectos o áreas más importantes de tu vida. Ordénalos por prioridad, recomienda Cristina.

En cada uno de estos aspectos puntúa cada uno del 0 al 10 en función de tu grado de satisfacción. 

Después haz una puntuación, también del 0 al 10, en función del grado de implicación por tu parte, poniendo nota en función de cuánto te entregas para que ese aspecto marche lo mejor posible.

Compara ambas puntuaciones y pon un valor a si guardan relación directa entre sí. Analiza si obtienen puntuaciones similares y si hay una clara relación entre tu implicación y el resultado obtenido. 

Luego vuelve a hacer el ejercicio anterior, ahora en cada mini área de tu vida.

Escribe las puntuaciones en hojas grandes, dividiendo cada una por una diferente mini área de tu vida.

Por ejemplo, puedes puntuar el trabajo y dentro de él, las diferentes realizaciones que necesitas hacer. Puntúa cada una de las mini áreas según tu grado de satisfacción e implicación.

Haz las debidas comparaciones y después podrás comprender mejor qué necesitas y cuáles son tus verdaderas necesidades.

Si hiciste estos ejercicios, dedicaste un tiempo para ti, a comprenderte mejor, explica la autora. Has descubierto cosas que pueden haberte sorprendido.

Sirven para poner más luz a los aspectos que faltan en tu vida y que necesitas mirar con detenimiento. También pueden haberte ayudado a darte cuenta de tus prioridades y ver cuáles son tus principales aspectos que te traicionan ante las dificultades. 

Podrás trabajar metas más compatibles con lo que deseas y con lo que no has trabajado bien.

Aprenderás que todo lo que no funciona tiene su causa y que no es el mundo el que está contra ti.

Metáfora del árbol

Imagínate un árbol. Si lo prefieres, dibújalo. Tiene un tronco, ramas y hojas. Además, unos pequeños frutos, escasos y sin salud.

Si quieres que los frutos de ese árbol crezcan, debes cuidar sus raíces. Sin buenas raíces, los períodos de escasez de agua le harán mal al árbol y la raíz no será productiva.

Cuida de tus raíces particulares. ¿Cuáles son?, pregunta Hortal Moriana.

Plan de acción

Si tienes disposición para seguir adelante y poner manos a la obra, debes empezar ahora. 

Lo más importante es poner la ley de causalidad como ley, sin excepción -cuenta la autora-. Necesitas tener un compromiso por conseguir tus objetivos, dejando las tonterías de lado.

Tu compromiso sirve para que cultives la disciplina necesaria para alcanzar tus deseos. Intenta no obviar la causa que está detrás de un hecho, aunque no sea algo cómodo. Si te sorprendes quejándote de algo, busca la causa que te hace quejarte de ello.

El próximo paso consiste en localizar los resultados que no te gustan y te dejan insatisfecho en tu vida.

Debes centrarte en lo que es más importante y en lo que necesita una revisión urgente. Jamás intentes ponerte a analizar todos los detalles de tu vida de una sola vez.

Una de las mayores estrategias vitales que aconseja utilizar Cristina para pasar a la acción es la concreción, para aislar y delimitar los puntos de insatisfacción.

Si no obtienes los resultados adecuados, si los comprendes, apunta tres o cuatro frases cortas que puedan resumir y detectar sus causas y trabaja en ellas.

Después debes entender cuál es tu plan de acción para resolver tus dificultades. 

Es necesario que definas una fotografía o imagen mental de tu situación actual. Para que la conviertas en real necesitas tener en tu cabeza qué quieres.

Concreta cuáles son tus metas y haz una lista con tus objetivos, claramente, de manera detallada. Profundiza más en ellos, aísla más agudamente qué necesidad se oculta detrás de cada uno de dichos objetivos y qué pretendes cubrir con ellos.

Detecta los valores que se deducen de ellos y por qué son importantes para que formen parte de tu vida.

Así, descubrirás qué motores te mueven en el camino hacia el éxito.

Objetivos

Hortal Moriana rescata el dato de que sólo el 3% de la población funciona por objetivos en su vida. El resto vive improvisando.

La concreción de objetivos previa está directamente relacionada con la posterior consecución de estos.

Muchos estudios corroboran los efectos positivos de la implantación de objetivos a la hora de lograr las metas.

El planteamiento detallado y adecuado de objetivos definidos es fundamental para conseguirlos.

Si haces planes, vas por delante de todas las personas que jamás verán concretizar sus sueños.

Cuando escribes tus objetivos, debes tener en cuenta que necesitan reunir estas características:

• Que sean todo lo concretos que puedan ser.
• Que sean viables, que se puedan conseguir.
• Que estén en tu mano.
• Que tengan una fecha de consecución muy clara.
• Que puedan medir y valorar tu evolución.

Para conseguir alcanzar la mayor concreción debes subdividir tus objetivos en metas. Así podrás trabajarlos de forma cómoda, con fechas definidas.

Después contesta a esta pregunta: ¿para qué me sirve este objetivo?

Este cuestionamiento que sugiere la autora te dirige hacia los motivos que te llevan a planear los objetivos definidos.

Es una reflexión muy importante para que confirmes, de facto, la importancia de tu objetivo. Si ves que no es importante, podrás descartarlo.

Los “para qué” van a reflejar los valores profundos que debes defender en tu vida.

A menudo, repasar los objetivos es una actividad muy interesante. Te servirá para recordarlos, corregirlos y hacerlos tuyos en cada momento.

Te será muy útil para que puedas evaluar el progreso de tu plan de trabajo y detectes la necesidad de reformularlos cuando sea necesario.

Los objetivos necesitan estar vivos y reflejar una evolución constante. No pueden ser estáticos, aunque sea muy posible que se mantengan estables.

Herramientas que te serán útiles 

Por otro lado, la autora te deja algunas herramientas que pueden llegar a servirte:

• Nuevos paradigmas: es una manera diferente de ver el mundo.
• Modelaje: imitar a otros que hayan conseguido alcanzar los mismos objetivos que tú.
• Certeza: es la confianza total en que tu vida se va a convertir en todo lo que quieres.
• Visualización: imagínate en la situación ideal, logrando todos tus objetivos.
• Compromiso: debes saber el precio que has de pagar y estar dispuesto a hacerlo.
• Disciplina: adquiere nuevos hábitos y mantenlos para que te conduzcan a tus sueños sin dar excusas.
• Riesgo: debes asumir un nivel de incertidumbre, para qué salir de tus límites.

Tus logros y tu autoconocimiento

Hortal Moriana recomienda que vuelvas, de tiempo en tiempo, tu atención a los logros que has conseguido.

A veces, la vida es difícil y no conseguimos alcanzar nuevos objetivos, lo que nos lleva a olvidarnos de todo lo que conquistamos en tiempos pasados.

Reflexiona, apunta cuáles fueron los objetivos más importantes y recupera la emoción de llegar hasta tu objetivo.

Esto te alimentará de entusiasmo y te cargará de energía para los éxitos que vendrán.

Asimismo tu autoconcepto se relaciona con tu inteligencia emocional y siempre debes tenerlo en cuenta.

El hecho es que, si no te conoces, no podrás crecer. Sólo conseguirás alcanzar tus objetivos si te conoces de la manera ideal.

Busca tus límites y cualidades y trabaja en ellos. Así, podrás ver que puedes trabajar en la tarea de conseguir todo lo que quieres. Mírate, conócete y crece más y más.

Notas finales

Las tonterías son todas las cosas que impiden nuestro crecimiento ya que, a veces, pensamos que no somos capaces de superarlas para alcanzar todo lo que deseamos. 

Si no tenemos la debida consciencia de qué son estas tonterías, ni siquiera sabremos cuales son estas dificultades.

El libro de Cristina Hortal Moriana “¡Déjate de tonterías!” nos deja claro que trabajar nuestro autoconocimiento es fundamental para que podamos alcanzar todos los objetivos deseados en nuestro interior.

La principal enseñanza de Hortal Moriana es que debemos trabajar todas nuestras dificultades, proponiendo preguntas y respuestas que nos permitan conocernos más. Así, nos veremos reflejados todos los días. Dejaremos de lado las tonterías y podremos alcanzar mucho más de lo que pensamos. 

Consejo de 12min

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