David y Goliat - reseña crítica

Ya probablemente habrás escuchado la historia bíblica del joven David, derribando al gigante Goliat con solo una piedra y una honda. La historia de David y Goliat, desde entonces, simboliza las batallas entre los más débiles y los gigantes. Lo que parecía imposible sucedió y sucede con más frecuencia de lo que imaginas. En ‘David y Goliat’, Malcolm Gladwell reta nuestras creencias sobre nuestras debilidades y nuestra insignificancia, trayendo una interpretación nueva sobre lo que es ser discriminado y subestimado. Gladwell empieza por la historia real de lo que sucedió entre el gigante y el joven pastor hace tantos años y prueba cómo David era, de hecho, el gran favorito. Gladwell compila en su libro hechos ocurridos en la vida de anónimos y famosos, que nos llevan a ver el favoritismo con otros ojos. Apoyándose en la historia, Gladwell nos hace cuestionar nuestras premisas y entender que no siempre el favorito para ganar es el que parece obvio. ¿Vamos a descubrir los conceptos fundamentales en esa historia en 12 minutos?

Conoce tus debilidades y úsalas a tu favor

Vivek Ranadive era un inmigrante de la India en los Estados Unidos que nunca había entrenado equipos de básquet y sabía muy poco sobre el deporte. Aún así, aceptó el reto. Entrenar el equipo de básquet femenino de su hija en la escuela. Para lograr superar este reto, él contó con un ex-jugador profesional llamado Roger Craig y su hija Rometra, que ya había jugado básquet en el colegio. Sin embargo, algo especial sucedió. La falta de conocimiento de Vivek sobre el básquet le dio al equipo una ventaja estratégica y permitió que ganaran el título de básquet colegial nacional en ese año. Con una visión externa, entendió las reglas del juego, pero no entendió por qué los equipos no eran capaces de defenderse de los otros equipos cuando la bola regresaba a la cancha después de una cesta. Él también sabía que su equipo no era tan talentoso como los demás y por eso no podía competir de la forma tradicional. Por eso, su equipo marcaba a los oponentes de forma cerrada, presionando siempre, evitando que la bola volviese para el campo de defensa. Esa táctica es muy poco convencional en básquet y a los más expertos en el deporte les parecía extraña. Pero para el equipo de Vivek, la defensa fuerte y constante permitía que escondiesen sus debilidades. Con una defensa fuerte, no importaba si no tenían jugadores base fantásticos, o jugadores más altos. Mientras la defensa dura y constante estaba en juego, ellos lograban robar la bola y avanzar siempre. Muchos pueden pensar que la falta de habilidad para driblar y encestar era la principal debilidad del equipo de muchachas, pero, en verdad, eso fue lo que volvió la estrategia no convencional posible y trajo la victoria.

El equipo débil, ignorado por los demás, venció juego por juego dado que innovaron y salieron de lo convencional por conocer sus debilidades. Esa es la misma estrategia que David usó para vencer al gigante y funciona. Eso deja claro que es necesario conocer nuestras debilidades y pensar fuera de la caja para poder crear una ventaja en nuestros conflictos improbables.

Tener mucho de algo bueno puede ser un problema…

¿Ya escuchaste hablar de la curva U invertida? Es una curva en forma de montaña que describe la correlación entre tener mucho de algo y no tener lo suficiente. Gladwell conecta esta teoría al tamaño de los salones de clase en los Estados Unidos. Allá, los colegios se jactan de tener salones con menos alumnos, afirmando que eso permite más interacciones entre los estudiantes y los profesores. Eso puede ser verdad, pero también trae muchas desventajas. Cuando un grupo tiene menos alumnos, surgen menos discusiones, ya que no hay tanta diversidad. Por otro lado, un grupo demasiado grande puede incentivar mucha interacción entre los estudiantes y perjudicar su aprendizaje. Inicialmente, tener más de algo es mejor, pero cuando la utilidad marginal de eso disminuye, el efecto es negativo. Reducir el tamaño de los grupos puede generar resultados positivos, pero, en un cierto momento, puede eliminar la diversidad y causar problemas. Eso es demostrado por la curva U invertida. Existe un punto óptimo, un tamaño para el cual el grupo es más eficiente para aprender. Lo mismo vale para la riqueza. Demasiado dinero o muy poco tiene un impacto en la vida de la gente. Estudios comprueban que cuando tienes demasiado dinero, puede ser un reto criar a tus hijos, pues si no existe algún tipo de escasez, el valor percibido de las cosas disminuye. En los Estados Unidos, de acuerdo con una investigación, el valor de 74 mil dólares por año tiende a ser el punto de equilibrio, y si tienes un salario muy inferior o superior a eso, tiendes a ser menos feliz.

Deja de compararte a los patrones aceptables

Hace 150 años, París era el centro de la cultura artística de Europa. Cada artista quería estar en el Salón Nacional, la feria que reunía las obras de los más grandes artistas de Francia. Sin embargo, había un truco. Para estar en el Salón, un artista tenía que adoptar los patrones aceptados por la galería de lo que realmente significaba el arte. Eso hacía que los artistas se volvieran estandarizados, iguales, por seguir los mismos patrones. Sin embargo, ello llevó a que los artistas se organizaran para crear su propia galería, donde exhibían piezas que no llegarían al Salón. Estos artistas crearon el Impresionismo y sus piezas fueron aclamadas por la sociedad. Si se hubiesen conformado con los patrones del Salón, nunca se habrían proyectado.

Otro ejemplo interesante: La estudiante Caroline Sachs era una alumna por encima del promedio y estaba buscando una universidad para cursar sus estudios superiores. Ella estaba con dudas entre 2 universidades, una renombrada y otra menos conocida. La mayor parte de los alumnos escogía la universidad que tenía la mejor reputación, pues en ella se valoraba el currículo y les daría mayores probabilidades de encontrar un buen empleo. El problema de pensar de esa forma es que, si vas para la mejor universidad, con los mejores alumnos, es más difícil destacarse y te volverás un pez más en el océano. Caroline escogió la universidad más renombrada e inmediatamente se volvió una alumna mediocre, algo nuevo para ella, que siempre había estado entre los mejores. No supo lidiar bien con eso, lo que hizo que abandonara la universidad. Imagina cómo habría sido la vida de ella si hubiese escogido la otra universidad. ¿Será que ella sería una alumna destacada en la universidad menos conocida? ¿Será que ella habría terminado su carrera? El acto de compararnos con los patrones ampliamente aceptados por la sociedad perjudica nuestra autoconfianza y nos impide realizar todo nuestro potencial. Es necesario encontrar el nicho donde te destaques a pesar de tus debilidades.

Juega con tus debilidades

¿Conoces a alguien que sea disléxico? La dislexia es la incapacidad de leer y comprender textos. Cuando pensamos en personas disléxicas, inmediatamente sentimos lástima de las personas afectadas, por juzgarlas menos capaces que los demás. Sin embargo, un mito del mundo moderno es que, para ser exitoso, es necesario ser mejor que la competencia en todas las áreas. No necesitas ser mejor en todo. Lo importante es ser mejor en las áreas críticas que te llevan a la victoria.

El abogado David Boies era disléxico. Todavía joven, descubrió que tenía grandes dificultades con la lectura y en vez de rendirse, seguía intentando mejorar su capacidad de lectura. Eso no funcionó con él. Por otro lado, él sabía que tenía una grande habilidad para oír. Él escuchaba a las personas con gusto y grababa en su memoria todo lo que escuchaba. Esa era su gran fuerza. Él era especial para retener lo que escuchaba y eso le permitió ser exitoso. Varias personas con dislexia tienen esa misma cualidad y son exitosas superando la dislexia de esa forma.

Gary Cohn, por ejemplo, era disléxico. Pero él aceptó su debilidad y decidió buscar oportunidades en el mercado financiero, a pesar de que todos dudaban de él. Una vez, entró en un taxi con un bróker de acciones, y, en una hora, lo convenció de que era muy exitoso como vendedor de acciones. El hombre cayó, y le dio la oportunidad de empezar en el mercado de acciones. El futuro le permitió crecer y volverse una de las mayores referencias en el mercado de acciones. Muchas veces, las cosas que aprendemos en momentos de necesidad, a pesar de nuestras debilidades, son más poderosas que las cosas que nos son fáciles.

La perseverancia lleva al éxito

Muchas veces, las cosas buenas nacen de cosas malas, porque las personas perseveran. Durante la Segunda Guerra Mundial, se descubrió que 3 cosas podrían suceder después de los bombardeos: Cuando la bomba acierta, las personas en ese terreno mueren y el enemigo es neutralizado; cuando la bomba erra por poco, las personas en el área se asustan, entran en shock y empiezan a tener dudas sobre el futuro; cuando la bomba pasa lejos, la gente celebra y se fortalece por no haber sido bombardeada. En el último caso, la gente se siente invencible y aumenta su confianza. Emil Jay Freireich, en su vida, vivió una situación similar, en que la bomba cayó muy lejos y se fortaleció como resultado. La vida para él había sido difícil, su familia había perdido todo con la Gran Depresión, su padre se suicidó y su madre tenía un subempleo para sustentar a la familia. Jay canalizó sus tristezas y frustraciones para volverse médico. Perseveró rumbo a un futuro improbable para alguien con una historia tan difícil. Como médico, parecía un poco grosero y no tenía mucha simpatía por los pacientes y sus familias. Trabajando en el Hospital del Cáncer en Washington, era conocido por adoptar tratamientos poco comunes y peligrosos. Su enfoque poco convencional lo hizo uno de los médicos más exitosos al tratar la leucemia. Para Gladwell, es posible salir de escenarios infernales y emerger más fuerte y vencedor.

Nada que perder, mucho que ganar

En 1963, una foto durante una protesta de estudiantes negros en Birmingham comenzó un movimiento. En la foto, se puede ver a un policía lanzando un pastor alemán sobre un joven estudiante, para atacarlo. Esa historia tiene un origen interesante. Wyatt Tee Walker era un activista más radical que Martin Luther King. Por ser siempre subyugado por la sociedad, él aprendió a usar la sabiduría de las calles para salir de situaciones difíciles. Él no era un rebelde por decisión, sino por necesidad. Cierta vez, Walker incitó a sus compañeros de lucha a marchar en la ciudad, pero mucha gente no participó. Él pospuso la marcha y más personas pudieron asistir. Poco a poco la gente se acumulaba para ver si habría marcha o no. Estos espectadores hicieron que los periódicos locales se equivocaran con el conteo de participantes y enseguida la marcha se destacó en los medios, lo que hizo que cada vez más gente llegara a ella. Además de eso, Walker colocaba a los niños y estudiantes a la vanguardia para conseguir la simpatía de las personas. A medida que el número de manifestantes crecía, la policía enviaba policías con perros a la manifestación, y así, sucedió la famosa foto. Walker y el movimiento de lo derechos civiles usaron esa foto para atraer la simpatía por la causa. De hecho, nadie aceptaba que colocar niños y estudiantes al frente de la marcha contra policías era lo correcto, pero Walker fue exitoso usando métodos no convencionales y haciendo lo que nadie más estaba dispuesto a hacer. En la lucha por la igualdad de derechos, ellos sabían que no tenían nada que perder, por eso todo lo que venía era ganancia. Ellos luchaban sin miedo, enfrentaban el status quo y siempre se posicionaban con una actitud basada en el “todo o nada”. Esa postura forzó a la élite americana a reconsiderar los derechos civiles y le dio una gran victoria a la población rumbo a un país más igualitario.

Es necesario legitimidad para liderar

Para crear autoridad y ser escuchado, es necesario inspirar y generar autoridad. Si una persona busca volverse líder y vencer una batalla, es necesario demostrar respeto y conquistar la legitimidad de la gente de forma auténtica. Para conquistar la legitimidad, es necesario entender los 3 pilares de la obediencia: La gente que es forzada a obedecer una autoridad necesita sentir que tiene una voz, y que si ellos se manifiestan serán escuchados; La ley debe ser previsible, siempre debe haber una expectativa de que las leyes de mañana serán las mismas de hoy; La ley debe ser justa, no debe distinguir entre las personas; Las personas desobedecen a aquellos que ven como enemigos, pero siguen felices a quienes perciben como personas humanas y justas. Usando estos principios, los líderes son capaces de crear movimientos que superan el status quo.

Los límites de la curva U invertida

En 1992, la estudiante de moda Kimber, hija de Mike Reynolds, falleció en Los Ángeles después de un asalto violento. El padre, sensibilizado por la pérdida, prometió dedicar su vida a evitar que ese tipo de cosas le sucediera a los demás. En menos de una semana, reunió decenas de personas en su jardín y conversaron sobre la causa de su pérdida.

Para ellos, la violencia surgió como resultado de que las penas para quien desacataba la ley eran blandas. Eso hizo que crearan la ley de los tres chances. Si alguien era condenado por segunda vez, la sentencia era duplicada por el crimen cometido. Si el crimen sucedía una tercera vez, la persona era condenada a un mínimo de 25 años en prisión. Esa idea fue aprobada y se volvió una ley, que hizo caer la criminalidad en un 36%. Por otro lado, surgieron controversias en relación a esa ley. Por ejemplo: si alguien comete 2 crímenes graves, logra enderezarse en la vida, y después de algunos años comete un desliz por tercera vez, como robarse una pizza, ¿merece 25 años en prisión? Esa es una ilustración de la clásica U invertida. La curva U debe tener unos límites claros, parando en el punto óptimo para alcanzar el bien común. Ilustra que más no siempre es mejor. Algunas políticas pueden ser positivas y generar gran valor para la sociedad, pero es necesario tener cuidado al crear ese tipo de reglas. Las nuevas reglas pueden llegar a un punto donde los benefícios dejan de llegar y la situación empeora.

Creer que tienes poder no te da poder

En diciembre de 1940, Francia fue dominada por Alemania en la Segunda Guerra Mundial y los alemanes crearon un nuevo gobierno en la ciudad de Vichy. Era liderado por Philippe Petain, quien respetaba las órdenes alemanas cazando a los judíos y enviándolos para los campos de concentración. No todas las ciudades alrededor de Vichy seguían las mismas reglas, como por ejemplo la ciudad de Le Chambon.

Todo comenzó con el pastor André Trocme, que se revelaba contra todo lo que el gobierno alemán imponía. Le decía a todos los que lo escuchaban en los cultos que no respetaran y no vivieran de acuerdo a las reglas alemanas en relación a los judíos. Mientras Petain cazaba a los judíos, Trocme los encontraba, dándoles abrigo y seguridad. Petain se enfureció y envió a alguien para enseñar las nuevas leyes en todas las ciudades próximas. Cuando el enviado llegó a Le Chambon, encontró una ciudad llena de rabia y odio contra todo lo que quería enseñar. Un grupo de estudiantes le entregó una carta que decía que tenían un grupo de judíos en esa ciudad y que no los llevarían al gobierno. Durante años, la población francesa tuvo que esconder a los judíos y crear documentos de identidad falsos para que no fueran capturados por los nazistas. Trocme no cedió y cayó preso. Solo sería liberado si firmaba un contrato diciendo que adoptaría todas las reglas del gobierno alemán. Él decidió no aceptar y continuó insubordinándose al gobierno y rechazando su autoridad, arriesgando su vida y su libertad. La población de Le Chambon siguió sin respetar la autoridad nazista. ¿Por qué? Por un motivo simple: Le Chambon era una ciudad habitada por descendientes de protestantes nativos de Francia y, muchas veces, intentaron expulsarlos del país. Sus ancestros enfrentaron a la iglesia católica y fueron violentamente perseguidos.

Por el hecho de estar tan acostumbradas a la violencia en la ciudad, no tuvieron miedo de desafiar a los nazis y ni siquiera sentían miedo. Para ellos, los poderosos no eran tan poderosos así y los más débiles no eran tan débiles tampoco. Ser poderoso no se trata de ser grande y aterrador. Los gigantes tratan de probar su poder atacando a los más débiles para esconder su debilidad y falta de autoconfianza. Entender la diferencia entre las personas que creen tener poder y aquellas que realmente tienen poder es lo que realmente importa.

Notas finales

Muchas de las ventajas que la gente cree que llevan al éxito pueden terminar siendo, en realidad, desventajas. Demasiada educación y riqueza pueden estropear tus chances de ser exitoso, por ejemplo. Es necesario encontrar el punto óptimo, donde usas una característica que posees como punto de apoyo para ser exitoso. Ser subestimado te permite superar tus expectativas y desarrollarte constantemente. Además de eso, es necesario que sigas tu camino y no busques validación de la sociedad en todo. Si te comparas demasiado puedes perjudicar tu desarrollo. Identifica tus puntos fuertes y tus debilidades y úsalos para crear tu nicho. Nadie es perfecto y eres capaz de cambiar tu destino si entiendes exactamente cómo usar tus desventajas a tu favor.

Consejo de 12min

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