Quiérete mucho, maricón - Reseña crítica - Gabriel J. Martín
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Quiérete mucho, maricón - reseña crítica

Quiérete mucho, maricón Reseña crítica Comienza tu prueba gratuita
Desarrollo personal

Este microlibro es un resumen / crítica original basada en el libro: 

Disponible para: Lectura online, lectura en nuestras apps para iPhone/Android y envío por PDF/EPUB/MOBI a Amazon Kindle.

ISBN: 

Editorial: Roca Editorial

Reseña crítica

Este “manual de éxito psicoemocional para hombres homosexuales” realizado por el especialista Gabriel J. Martín es una obra maestra para entender de una vez por todas que la homosexualidad es algo natural. Con un perfil científico pero al mismo tiempo psicológico, verás que si superas los traumas que deja la homofobia podrás tener una vida plena y feliz.

Bloque I

A lo largo de la historia los sinónimos de homosexual han tenido connotaciones varias, en su gran mayoría denigrantes. Aunque algunas como “maricón” han sido adoptadas por la comunidad gay porque muestra complicidad entre emisor y receptor.

Pero primero habría que definir qué es ser homosexual. Para Gabriel J. Martín “es el hombre que se enamora de otros hombres y la mujer que se enamora de otras mujeres”. No está relacionado con tener sexo con alguien de su mismo sexo, sino que lo que importa es el amor.

Para que eso suceda debe darse una combinación de tres aspectos: que exista pasión, que haya compromiso y que ambos logren intimidad. Parece difícil conseguir todo esto con otro.

Sin embargo, a pesar de que no tengamos pareja, es importante definirse homosexual para poder realizarnos como personas. Es el primer gran paso a dar, sobre todo desde lo psicológico.

Esto sucede básicamente porque “para tomar las riendas del propio destino uno necesita saber quién es. Porque solo conociendo quién eres podrás saber cuál es tu propio camino, y recorrerlo”.

Muchas veces se ha afirmado que hacer esto es “antinatural”. No obstante, es un gran error. La homosexualidad no es adquirida sino que es innata, es biológica.

Pasa en cientos de especies animales, donde se pueden encontrar relaciones homosexuales de pareja o tan solo ocasionales.

Así que ha estado presente en toda la historia de la humanidad, en diferentes culturas y en épocas distintas.

Ahora que ya definimos al término y vimos un poco de contexto psicológico e histórico surge la pregunta de qué no es la homosexualidad.

El autor enumera estas teorías confusas, prejuiciosas y equivocadas:

  • No es una enfermedad: la ciencia está en contra de esto, así como tampoco la homosexualidad fue retirada del catálogo de enfermedades mentales por el lobby gay.
  • No es algo elegido: como vimos, es innata.
  • No es un estilo de vida: esta idea iguala a la homosexualidad con “ambiente”, por ejemplo, que todos los gays concurren a bares gays.
  • No es una construcción social: Martín explica que hay algo de construcción social, pero es algo que ya estaba en nosotros.

Para que quede claro, la ciencia cataloga a la homosexualidad como “una variación normal de la sexoafectividad humana”.

Bloque II

El proceso de asumirse como homosexual es largo. No sucede de un día para el otro. Según la investigadora Vivianne Cass, se trata de un recorrido dividido en seis etapas: confusión, comparación, tolerancia, identidad, orgullo y síntesis.

Si bien esta teoría ha recibido críticas porque resulta sólo aplicable a personas de países de occidente donde ser homosexual no supone una amenaza de muerte, Martín la rescata.

Aunque le da una vuelta de tuerca adaptándola para que cualquier hombre gay pueda disfrutar de su homosexualidad. Utiliza tareas como equivalente a las etapas:

  • Inteligencia emocional: relacionado con superar la negación inicial.
  • Gestión de pérdidas: puedes sufrir pérdidas alrededor tuyo, en general por homofobia.
  • Prospección de ganancias: una vez que te asumes como gay comienza la exploración, tomas conciencia de lo que puedes llegar a ganar.
  • Identificación homosexual: una característica distintiva de ser homosexual “es el valor que se necesita para atreverse a ser uno mismo en tal situación de desventaja”, es sentirse cómodo con uno mismo.
  • Visibilidad y asertividad: si queremos que los demás nos traten por lo que somos tenemos que “salir del armario”, debemos comunicarnos.
  • Resiliencia: aprendes que “la orientación sexoafectiva es solamente una faceta más de tu vida y no el eje de tu identidad como individuo”.

Realizar cada una de esas tareas mencionadas por Martín lleva un tiempo necesario, de ahí que sea un camino largo.

Además, probablemente tengas que crecer tanto mental como emocionalmente para adquirir habilidades que te permitan cumplirlas.

La parte negativa es que si no logras hacerlas de forma adecuada puedes llegar a desarrollar problemas a futuro. Así que hay que prestarles su debida atención.

Retomando uno de los conceptos dejado en esos puntos, el autor aclara que salir del armario -explicitar que eres homosexual- no es una obligación. Sin embargo destaca que tiene muchas consecuencias positivas para nuestra salud psicoemocional.

El modo de hacerlo dependerá del tipo de relación que tengamos con cada persona. Por ejemplo, con los más cercanos quizás lo mejor es hacer algo más personalizados. En cambio, con los que hay menos confianza no hace falta mucho embrollo. Al fin y al cabo lo que importa es mantener la visibilidad.

Bloque III

Gabriel J. Martín menciona algo muy importante aquí: el problema es la homofobia, no que tu seas homosexual.

Los homófobos buscan “despojarte de derechos que son tuyos por tu propia naturaleza como ser humano”, dice el autor. Y tratan de hacerlo a través de la violencia física y/o psicológica.

En este sentido, marca cuatro causas de por qué una persona puede ser homofóbica: por prejuicios religiosos o ideológicos, por machismo, por miedo a su propia homosexualidad o por problemas de personalidad.

Asimismo, destaca otro dato a tener en cuenta. Cuando los homosexuales luchan contra la homofobia no ganan derechos, sino que “eliminan discriminaciones”.

Una de las grandes secuelas que deja la homofobia es la homofobia interiorizada (IH). Martín señala que “es la interiorización, en un homosexual, de la violencia simbólica contra los homosexuales”. Generalmente es el problema que más aparece en hombres gays.

Esto sucede porque “interiorizamos los prejuicios de la misma forma que interiorizamos otras muchas informaciones a lo largo de nuestra vida”. Incorporamos la violencia simbólica que el heterosexismo ejerce sobre nosotros mismos.

Como consecuencia, tenemos dificultades para mostrarnos tal cual somos y “nos provoca emociones muy perturbadoras cuando visibilizamos nuestra homosexualidad”.

Según explica Gabriel, la plumofobia es un claro ejemplo de IH. O sea, la discriminación de un homosexual hacia otro homosexual, sobre todo a aquellos de comportamientos afeminados.

Otra gran secuela es el TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático) por bullying homofóbico. Este aparece luego de haber sido víctima o testigo de algo tremendamente traumático, como una violación o una paliza.

Estas personas padecen altos niveles de ansiedad, dificultades para vincularse afectivamente, un sistema emocional que sobrereacciona y una autoestima muy lastimada. En este último produce los mismos daños que la homosexualidad interiorizada.

También están las secuelas de las secuelas, tal como dice Martín. Por ejemplo, los altos niveles de ansiedad que acarrea el TEPT mencionados anteriormente pueden provocar vulnerabilidad a las drogas, distorsiones cognitivas, nosofobia, compulsión sexual, indefensión aprendida o problemas de asertividad.

Por otro lado, la edad puede traer complicaciones. Los extremos -ser muy joven o muy mayor- dificultan la inserción en el “mundo gay”.

Los jóvenes, por un lado, son los que más sufren acoso homofóbico en sus entornos y se exponen a situaciones bizarras al momento de comenzar su sexualidad.

En tanto que los mayores se ven profundamente afectados por la homofobia interiorizada, que afecta tanto su salud física como psicológica.

Bloque IV

Si hay algo importante en la vida de cada persona es poder desenvolverse de forma natural en todos los ámbitos. Para nosotros, los homosexuales, no debería ser distinto.

En este sentido, un aspecto muy importante es la sexualidad. Gran parte de la vida del ser humano y su desarrollo está relacionado a ella, cuenta Gabriel.

Al mismo tiempo, somos parte de una cultura que tradicionalmente ha sido sexofóbica y que recién empezó a abrirse a mediados del siglo XX. Y allí están las raíces de varios de nuestros conflictos sexuales.

Más allá de que nosotros lo practiquemos con asiduidad o no, la cultura gay tiene mucha presencia del sexo. En consecuencia, el autoetiquetado según el rol sexual anal se ha transformado en una característica común.

Con este panorama, resulta importante cuidar y no dejar de lado la salud de cada uno. Como ya vimos, las secuelas del TEPT pueden provocar vulnerabilidad a las drogas. A su vez, eso nos hace endebles a las enfermedades de transmisión sexual (ITS). Especialmente al VIH.

El autor comenta que las ITS “son el fleco suelto de la revolución sexual” porque los progresos sociales no han venido acompañados por avances en el área de la medicina sexual.

Tomando como ejemplo al VIH, los hombres gays y las mujeres trans son los más vulnerables. Hasta hoy en día es una infección sin cura, más allá de que hay tratamientos que optimizan la vida de una persona VIH+. Para estos casos, lo que ayuda al paciente es poder hablar con familiares y amigos abiertamente de la enfermedad.

Retomando las características de la cultura gay, Martín sostiene que los gays “tenemos sexo con relativa facilidad, pero para que nos impliquemos sentimentalmente hace falta mucha atracción, mucha complicidad, mucho proyecto por compartir”.

Desde el plano técnico, las relaciones necesitan atracción para desarrollarse, comunicación para construirse y un proyecto compartido para cimentarse.

No es sencillo porque la base es la correspondencia. Sin ella no hay relación. Además, en ocasiones, aparecen vínculos tóxicos de los que hay que huir. 

Por otra parte, permeabilizar la pareja puede servir para estimular sus vidas sexoafectivas.

Bloque V

El psicólogo también ofrece un cuaderno de trabajo para superar las secuelas del bullying homofóbico y alcanzar la felicidad.

“Creo en una generación de hombres homosexuales radicalmente felices. Y creo en la psicología como una gran herramienta para hacerlo posible”, manifiesta como lema propio Martín.

La creencia dice que somos seres racionales, pero nuestra esencia es emocional. Tanto es así que nuestras emociones pueden confundirnos y “hacernos creer que son ciertas”.

Los eventos traumáticos que vivenciamos provocan estados emocionales muy intensos que interfieren en nuestra vida cotidiana. Es decir, la ansiedad o la depresión pueden hacerte tomar malas decisiones, nublarte el juicio o hacer que tengas comportamientos compulsivos.

Así sucede con el sexo compulsivo. Le pasa a personas que sufren emociones perturbadoras de gran magnitud y que intentan reducirlas a través del sexo. La clave para solucionar esto pasa por identificar qué es lo que activa la ansiedad (por poner un ejemplo).

En otro orden de las cosas, Gabriel nos pregunta si realmente vivimos nuestra homosexualidad naturalmente.

A continuación, el cuestionario completo:

  1. Solo yo sé que soy homosexual.
  2. Mis citas son siempre muy discretas y nada más que para tener sexo.
  3. Una persona (o solo unas pocas) saben que soy homosexual.
  4. Voy a bares de ambiente pero siempre de otra ciudad.
  5. Mis hermanos saben que soy gay.
  6. Mis amigos saben que soy gay.
  7. He tenido, al menos, un intento de relación estable con otro hombre.
  8. Cuando ligo, quedo en lugares públicos y concurridos como terrazas o cafeterías.
  9. Mis padres saben que soy gay.
  10. Mi familia lejana y mis vecinos saben que soy gay.
  11. Hablo a los niños sobre mi homosexualidad de forma natural.
  12. Presento a mi novio siempre como mi novio, nunca como “amigo” o “compañero”.
  13. Compro revistas de temática gay (no hablamos de porno) y llevo la portada visible.
  14. Me gusta llevar a mis amigos heteros a los bares que frecuento.
  15. En mi trabajo saben que soy gay.
  16. Hablo de mis relaciones -abierta y naturalmente- con todo el mundo.
  17. Tengo una foto de mi novio/marido en mi mesa del trabajo (o lo haría si lo tuviese). 
  18. No hay nadie, que yo sepa, que crea que soy heterosexual.
  19. Hablo de mis prácticas sexuales con mis amigos heteros igual que ellos de las suyas.
  20. Beso en público a mi novio cuando paseamos, de la mano, por la ciudad (o lo haría si lo tuviese).

Si respondiste “sí” en alguna del 1. al 4., supone un grado de IE. Del 5. al 9. es lo que responde la mayoría de los hombres gays. La pregunta 14. significa que vives tu homosexualidad con mucha soltura, mientras que del 15. en adelante ya tienes todo naturalizado.

Notas finales

“Quiérete mucho, maricón” es un libro excelente para los hombres que estén buscando que las cosas diferentes.

Gabriel J. Martín brinda conceptos prácticos para entender qué es y qué no es la homosexualidad.

También trabaja el largo proceso de asumir que uno es homosexual, algo muy difícil a causa del rechazo social que genera. Por eso hace mucho hincapié en la homofobia, por qué sucede y cuáles son las grandes secuelas que deja en las víctimas.

Además da consejos para desenvolverte en la cultura gay y vivir una vida homosexual plena, superando las horribles consecuencias de la homofobia.

Y siendo optimistas, este libro no debería quedar solo en la comunidad gay. Debería traspasar barreras. Permitiría que los heterosexuales entiendan mejor las situaciones que atraviesan los homosexuales y combatiría la homofobia.

Si aún no lo hiciste, no te quedes sólo con la lectura o el audio. Compártelo.

Ah, antes de terminar: seguramente te estarás preguntando por qué apunta a los hombres y casi ni menciona a las mujeres. Martín explica en su consultorio sólo pudo estudiar a los hombres ya que las mujeres preferían acudir siempre con una psicóloga mujer.

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¿Quién escribió el libro?

Gabriel J. Martín es un psicólogo nacido en Cádiz, España, y radicado en Barcelona. Está considerado como uno de los pioneros de la psicología afirmativa gay en habla hispana, novedosa por estos la... (Lea mas)

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