Principios - reseña crítica

Con una basta trayectoria en el mundo de las inversiones y las finanzas, Ray Dalio encontró una serie de principios que fueron los cimientos de su éxito. Fundamentalmente, analizó y aprendió de sus errores para no volver a cometerlos y anticiparse a lo que podría pasar después. Anímate a este microbook si quieres cumplir con todo lo que te propongas.

Primera parte: de dónde vengo

En el inicio de su libro, Ray Dalio narra y contextualiza cómo fue su vida. Detalla su carrera en los negocios a medida que fue descubriendo los principios que lo capacitaron hasta ser quien es hoy.

Además acompaña los sucesos con descripciones propias. Reconoce, por ejemplo, que siempre tuvo mala memoria.

También valora el amor y la responsabilidad que tuvieron sus padres para con él durante la infancia y la posterior adolescencia.

Varios trabajos pequeños lo ayudaron a tener otra perspectiva desde sus inicios. Repartió el periódico y fue caddie en un campo de golf. Así obtuvo algo diferente con respecto al hogar y la escuela.

A los 12 años hizo su primera inversión, al comprar acciones de la empresa Northeast Airlines. Siempre tomó decisiones por su cuenta y diferentes a la del resto.

“Aprendí poco a poco que los precios reflejan las esperanzas de la gente, con lo cual suben si el resultado es mejor de lo que se esperaba y al contrario. La mayoría de las personas suelen estar condicionadas por sus experiencias recientes”.

Luego estudió finanzas en la Universidad de Long Island, mientras que logró un máster en Harvard. Tuvo altibajos: en 1975 fundó la firma Bridgewater Associates, que llegó a ser la mayor del mundo en 2005, pero casi llega a la ruina en los ‘80. Posteriormente conoció a Bárbara y tuvo cuatro hijos. 

Por otro lado, Dalio afirma que la meditación fue de gran ayuda en este camino. Según él, terminó siendo beneficiosa porque da como resultado una tranquilidad y una apertura de miras que permite ampliar la forma de pensar. Consigues claridad y creatividad.

Con el tiempo descubrió que uno de sus problemas había sido ignorar los problemas anteriores a él. Es decir, se sorprendía por cosas que le sucedían en vez de haber estado preparado al conocerlas previamente. “Más te vale enterarte de lo que les pasó a otros en otros lugares y épocas”, señala Ray.

Esto va de la mano con que uno no puede estar nunca seguro de nada. Por más doloroso que resulte entenderlo, hay que dar por sentado que en este camino habrá alguna pérdida.

Al mismo tiempo, Dialo pondera el riesgo de manera que se maximicen las ventajas y se minimicen las desventajas. Entonces, para alcanzar la excelencia debes superar tus límites.

Esto traerá fracasos pero si aprendes las lecciones que saques de ahí y eres humilde, aumentarás tus probabilidades de éxito.

La experiencia lo ayudó a entender que “si uno trabaja con ahínco y creatividad, puede conseguir casi cualquier cosa que se proponga, pero no todo lo que desee”. Aquí apela a la madurez, que reside en la capacidad de rechazar buenas oportunidades para perseguir otras aún mejores.

Para maximizar los beneficios sin exponerse a pérdidas necesarias tienes que hacer una serie de apuestas buenas, bien equilibradas y no relacionadas entre sí.

Según su forma de ver la vida, ésta se divide en tres etapas. En la primera dependemos de los demás a la vez que aprendemos, mientras que en la segunda los otros dependen de nosotros mientras trabajamos. En tanto que en la última, ya nadie depende de nosotros y no necesitamos trabajar.

Cuando decidió empezar a disfrutar su vida, Dalio abandonó Bridgewater. Así dejó un hueco en su empresa destinado a los “artífices”. Es decir, son personas con ideas únicas y valiosas que las desarrollan a pesar de tener oposición. Tal como Steve Jobs en Apple, Bill Gates en Microsoft, Jeff Bezos en Amazon, Martin Luther King en la política o Albert Einstein en la ciencia.

En otras palabras, piensan por su cuenta y no dejan que nadie se interponga entre ellos y sus metas.

Segunda parte: principios vitales

Adentrándonos en los principios, Dalio explica que los vitales son aquellos que resultan fundamentales para obtener el éxito.

Aquí vamos:

• Admite y afronta la realidad:

a. Sé hiperrealista.

b. La verdad -es decir, una comprensión acertada de la realidad- es la base primordial de cualquier resultado positivo.

c. Ten la mente radicalmente abierta. Actúa con total transparencia.

d. Observa la naturaleza para comprender el funcionamiento de la realidad.

e. La evolución es el mayor logro y la mayor recompensa que puede haber en la vida.

f. Entiende las lecciones prácticas de la naturaleza.

g. Dolor + reflexión = progreso.

h. Sopesa las consecuencias de segundo y tercer orden.

i. Atente a las consecuencias de tus actos.

j. Observa la maquinaria desde arriba.

En este sentido, lo ideal es afrontar “la dura realidad” en lugar de evitar la confrontación con ella. También debes preocuparte por un objetivo en vez de hacerlo por la apariencia, o decidir según las consecuencias de primero, segundo y tercer orden antes que elegir sólo teniendo en cuenta a las primeras.

El dolor va a aparecer en algún momento, por lo que tienes que aprender a gestionarlo para progresar. No sirve darle espacio para que te obstaculice. Asimismo, pídete cuentas a ti y a los demás.

• Utiliza el Proceso de 5 Pasos para obtener lo que quieras de la vida:

a. Ten objetivos claros.

b. Identifica y no toleres los problemas que se interponen entre tú y tus metas.

c. Diagnostica con exactitud los problemas, para llegar a sus causas últimas.

d. Traza un plan para sortearlos.

e. Haz lo necesario para que estas estrategias se conviertan en resultados.

Nadie da bien los cinco pasos, pero puedes confiar en los demás para que te ayuden a darlos. Complementarse con gente distinta con diferentes capacidades hará que tus resultados se potencien.

• Sé radicalmente abierto de miras:

a. Reconoce las dos barreras.

b. Practica una apertura de miras radical.

c. Aprecia el arte del desacuerdo reflexivo.

d. Triangula tu perspectiva con gente creíble dispuesta a discrepar.

e. Reconoce los síntomas de la cerrazón y la apertura de miras y préstales atención.

f. Deduce cómo se puede llegar a ser radicalmente abierto de miras.

Ten en cuenta que las mayores barreras que tenemos son nuestro ego y nuestros puntos ciegos. No podrás superarlos si no eres humildes y aceptas la posibilidad del error. Por eso debes estar radicalmente abierto de miras.

• Entiende que las personas funcionan de formas muy distintas:

a. Entiende el poder que se deriva de comprender cómo funcionas tú y los demás.

b. El trabajo y las relaciones significativas no son solo cosas bonitas que escoges, sino que las llevas programadas genéticamente.

c. Entiende las grandes batallas mentales y cómo controlarlas para obtener lo que quieres.

d. Descubre cómo eres y cómo son los demás.

e. Asignar los papeles correctos a las personas correctas en el contexto de un objetivo es la clave para el éxito en cualquier meta que te propongas.

Como ya te estarás evaluando, tendrás que comprender cómo funciona el cerebro y cómo es tu mente. Apóyate en evaluaciones psicométricas variadas para obtener mejores réditos.

• Aprende a tomar decisiones eficaces:

a. Reconoce que, primero, la mayor amenaza para las buenas decisiones son las emociones perjudiciales. En segundo lugar, recuerda que la toma de decisiones es un proceso de dos partes (aprender para luego decidir).

b. Sintetiza la situación tal como es.

c. Sintetiza la situación de forma diacrónica.

d. Transita entre niveles eficazmente.

e. La lógica, la razón y el sentido común son tus mejores herramientas para sintetizar la realidad y comprender cómo debes obrar.

f. Toma decisiones como si estuvieses calculando un valor previsto.

g. Prioriza sopesando el valor de la información adicional contra el coste de no decidir.

h. Pondera tus decisiones por credibilidad.

i. Transforma tus principios en algoritmos y utiliza el ordenador para que decida a la vez que tú.

j. Ten cuidado a la hora de fiarte de la IA si no la entiendes en profundidad.

En resumen, la mejor toma de decisiones posible es la consecuencia de perseguir tus objetivos, fracasar y reflexionar mediante una apertura de miras radical y evolucionar para volverte más capaz y menos temeroso.

Tercera parte: principios laborales

Según entiende el autor, una organización es una máquina con dos partes principales: su cultura y sus personas.

Asimismo cuenta que el amor exigente es eficaz para el trabajo y las relaciones excelentes.

Por eso mismo, haz que tu pasión y tu trabajo sean una sola cosa, y llévalo a cabo con las personas con quien quieres estar.

En cuanto a los enfoques sobre la toma de decisiones, el mejor es una meritocracia de ideas. Esta exige que la gente exponga sus ideas con honradez para que todos puedan verlas y que tenga desacuerdos con el resto para generar la mejor idea posible a través de un acuerdo. Además es necesario que las personas respeten las vías de la meritocracia de ideas para  resolver los desacuerdos que queden.

Ahora, empecemos a desmenuzar los principios laborales:

• Para conseguir la cultura correcta:

a. Confía en la sinceridad y la transparencia radicales.

b. Cultiva las relaciones y el trabajo significativos.

c. Crea una cultura en la que esté bien cometer errores, pero resulte inadmisible no aprender de ellos.

d. Sintoniza y mantente en sintonía.

e. Pondera tu toma de decisiones usando la credibilidad.

f. Aprende cómo superar los desacuerdos.

Debes reconocer que los errores son una parte natural del proceso evolutivo. Por lo tanto, no temas a fallar, ni te sientas mal por tus errores o los de los demás. Un gran paso sería dejar atrás la “culpa” y el “mérito” para avanzar con “exacto” e “inexacto”.

• Para conseguir a las personas adecuadas:

a. Recuerda que el quién es más importante que el qué.

b. Contrata bien, porque la penalización por hacerlo mal es inmensa.

c. Forma, prueba, evalúa y clasifica constantemente a las personas.

Lo recomendable es lograr que el proceso de saber cómo es alguien sea “abierto, evolutivo e iterativo”. Para eso debes mirar el panorama de forma completa, alentando a la gente a ser reflexiva, dando feedback y haciendo que tus indicadores sean claros e imparciales.

• Para desarrollar tu máquina y hacer que evolucione:

a. Gestiona como si manejaras una máquina para conseguir un objetivo.

b. Detecta los problemas y no los toleres.

c. Diagnostica los problemas para llegar a sus causas fundamentales.

d. Diseña mejoras para tu máquina a fin de superar tus problemas.

e. Haz lo que te hayas propuesto hacer.

f. Usa herramientas y protocolos para moldear cómo se trabaja.

g. ¡No pases por alto la gobernanza! Por más que quieras hacerlo.

Si quieres realizar un buen diagnóstico, puedes realizarte una serie de preguntas. empieza con el resultado, ¿es bueno o es malo? Luego analiza quién es el responsable de ese resultado. En caso de que el resultado sea malo, ¿es incapaz la parte responsable o malo el diseño?

Ray sostiene que saber qué puedes esperar de cada persona y qué no, así como saber qué hacer para garantizar que se impongan las mejoras ideas, es la mejor forma de tomar decisiones.

“La toma de decisiones producto de una meritocracia de ideas es superior en casi todos los casos a la manera tradicional, autocrática o democrática, de hacerlo”, repite.

Dialo termina deseando cuatro cosas. Primero, que tu trabajo y tu pasión sean uno solo. Segundo, que puedas esforzarte bien con quienes compartes tu misión común para producir recompensas. Tercero, que disfrutes tanto de tus luchas como de tus recompensas. Y cuarto, que progreses rápidamente y contribuyas a la evolución de manera significativa.

Notas finales

A lo largo de “Principios”, Ray Dalio transmite los principios que le han funcionado a lo largo de su carrera. Los resultados están a la vista: es uno de los multimillonarios más importantes del mundo de las inversiones.

Sus técnicas son capaces de orientarnos en momentos de dolor o cuando aparecen los errores. También nos ayudan a visualizar nuestras propias metas audaces, a tener ideas de muy buena calidad y a proponer tus propios principios.

Y no sólo los puedes aplicar en cualquier momento, sino que te sirven tanto en el plano individual como en el colectivo. Contagia a tus laderos para conseguir mejores resultados.

En otras palabras, con este libro podemos anticiparnos a los errores que pueden aparecer en nuestra vida. Ya sea en el plano personal o en el financiero, sabrás cómo reaccionar ante ellos.

Recuerda admitir y afrontar la realidad, utilizar el Proceso de 5 Pasos para obtener lo que quieras de la vida, ser radicalmente abierto de miras, entender que las personas funcionan de formas muy distintas y aprender a tomar decisiones eficaces.

Por otro lado, cuando te toque elegir un enfoque sobre la toma de decisiones, la mejor opción es una meritocracia de ideas.

El ejemplo de Ray vale más que mil palabras. Consiguió el éxito en la vida siguiendo estos principios. Sigues tú.

Consejo de 12min

Un libro que puede nutrir aún más tus conocimientos sobre cómo aprender de los errores es “¿Cómo fracasar en casi todo... y tener éxito?”, de Scott Adam. Si te fue mal y necesitas un estímulo para mejorar tu vida, allí tendrás grandes consejos.