El mejor negocio eres tú - Reseña crítica - Reid Hoffman
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El mejor negocio eres tú - reseña crítica

El mejor negocio eres tú Reseña crítica Comienza tu prueba gratuita
Startups y emprendimiento

Este microlibro es un resumen / crítica original basada en el libro: 

Disponible para: Lectura online, lectura en nuestras apps para iPhone/Android y envío por PDF/EPUB/MOBI a Amazon Kindle.

ISBN: 

Editorial: Conecta

Reseña crítica

En este libro encontrarás estrategias que te ayudarán a expandir el alcance de tu red de contactos, a adquirir un perfil competitivo y a conseguir mejores oportunidades profesionales. Tu éxito futuro depende de que comprendas y lleves a cabo estas estrategias empresariales.

Tú puedes pensar como una nueva empresa, seas quien seas y te encuentres donde te encuentres. ¿Vamos?

Todos los seres humanos son empresarios

Todos los seres humanos son empresarios no porque deberían fundar empresas, sino porque la voluntad de crear está inscrita en nuestro ADN, y la creación es la esencia del espíritu empresarial. Como dice Yunus, nuestros ancestros de las cavernas tenían que alimentarse solos, tenían que inventar cómo vivir. Fueron los fundadores de sus propias vidas. Con el paso de los siglos, hemos olvidado que somos empresarios. Nos hemos vuelto trabajadores.

Para poder adaptarnos a los desafíos de la vida profesional actual, necesitamos redescubrir nuestros instintos empresariales y utilizarlos para crear nuevos tipos de carreras. Seas abogado, doctor, maestro, ingeniero o incluso propietario de un negocio, hoy en día también necesitas considerarte un empresario que dirige, al menos, una nueva empresa en crecimiento: tu propia carrera.

La tecnología automatiza trabajos que antes necesitaban grandes conocimientos y habilidades específicas, incluyendo trabajos administrativos bien pagados, como corredor de bolsa, asistente jurídico o radiólogo.

La tecnología también crea nuevas fuentes de trabajo, pero la creación es menor que la destrucción, y los nuevos empleos requieren conocimientos diferentes y de mayor nivel que aquellos que reemplazan.

Si bien en muchas industrias la tecnología no elimina ni cambia los conocimientos requeridos, al menos provoca que un mayor número de personas en todo el mundo compitan entre sí por su trabajo, al permitir que las empresas se establezcan con mayor facilidad fuera de su país, proceso que le da un buen golpe a los salarios. 

El comercio y la tecnología no surgieron de la noche a la mañana, y nada indica que vayan a desaparecer pronto. El mercado laboral en el que todos trabajamos ha sido alterado para siempre.

Buscar trabajo solo cuando no se está a gusto en el que uno tiene, o cuando no se tiene empleo, ha sido reemplazado por el mandato de estar siempre generando nuevas oportunidades.

La interconexión ha sido reemplazada por una inteligente construcción de una red de contactos. La brecha entre quienes conocen las nuevas reglas de su carrera y poseen los requisitos para desempeñarse en una economía global, y quienes se aferran a las viejas costumbres y confían en las capacidades que ya poseen, no deja de crecer. La pregunta es: ¿de qué lado estás tú?

Crea una ventaja competitiva

Invierte en ti mismo, a partir de mañana actualiza tu perfil de LinkedIn para que tu presentación articule tus diferentes ventajas competitivas. Al leerla tienes que poder completar esta frase: “Gracias a mis [cualidades, experiencias, puntos fuertes], puedo hacer [tipo de trabajo] mejor que [tipos concretos de otros profesionales de mi sector]”. 

Además tienes que observar cómo se completa la misma frase en los perfiles de otros profesionales de tu sector (en relación a tus ventajas competitivas). Si existe una brecha, es que tú tienes un problema de marketing o de autoestima. 

En la semana siguiente, identifica a tres personas que luchan por objetivos similares a los tuyos y utilízalos como puntos de referencia. ¿Qué los hace diferentes? ¿Cómo llegaron a donde están? Observa sus perfiles en LinkedIn, suscríbete a sus blogs y a su perfil de Twitter. Sigue de cerca su evolución profesional y aprende e inspírate en sus trayectorias. 

Después ingresa en LinkedIn o en Twitter, busca a tu empleador y otras empresas que te interesen y “síguelos”. Esto te permitirá identificar más fácilmente la aparición de nuevas oportunidades y riesgos. 

Escribe en un papel alguno de tus activos en el contexto de la realidad del mercado. Forma incorrecta: sé expresarme muy bien en público. Forma correcta: a diferencia de muchos ingenieros, sé expresarme muy bien en público en cuestiones de ingeniería. 

Durante el siguiente mes, revisa tu agenda, tus diarios y tus correos electrónicos para hacerte una idea de cómo has pasado tus últimos cuatro sábados. ¿Qué haces cuando no tienes nada urgente que hacer? La forma en que utilizas tu tiempo libre puede revelar tus verdaderos intereses y aspiraciones. Compáralos con las aspiraciones que dices tener. 

Piensa en qué es lo que aportas de valioso en tu trabajo. Si de repente dejaras de ir a la oficina, ¿qué es lo que dejaría de hacerse? Allí puedes encontrar lo que aportas. Piensa en las cosas que la gente suele halagar en ti: podrían ser tus puntos fuertes. 

Tienes que crear un plan de inversión en activos intangibles que dé prioridad al aprendizaje sobre mercados en crecimiento y oportunidades de desarrollo. Quizá esto signifique tener que hacer un viaje a China, o asistir a una conferencia sobre tecnologías no contaminantes, o inscribirse en un curso de programación de software. 

Envía el plan a tres personas de confianza y pídeles que te exijan cumplirlo. De ser necesario, solicita un préstamo. Reúnete con tres personas de confianza y pregúntales cuáles son para ellos tus puntos fuertes. Si tuvieran que pedirte ayuda o consejo en algo, ¿en qué sería?

El plan para adaptarse

Haz una lista de tus principales incertidumbres, dudas y preguntas sobre tu carrera en el momento presente. Haz una lista de las hipótesis que estés desarrollando alrededor de dichas incertidumbres: ¿qué es lo que necesitas para decidir si debes continuar con tu Plan A o cambiar al Plan B? 

Escribe tus actuales Plan A y Plan Z, y añade algunas notas sobre los posibles pasos hacia un Plan B en tu situación actual. 

Durante la siguiente semana, arregla un encuentro con alguien que haya trabajado en tu nicho profesional y que haya cambiado a un nuevo plan de carrera. ¿Cómo realizó el cambio? ¿Por qué? ¿Fue un movimiento acertado? ¿Cuáles fueron las señales de que era el momento indicado? 

Establece un plan para desarrollar aptitudes más transferibles, es decir, aptitudes y experiencias que sean útiles en otros países y en otros trabajos potenciales. La capacidad para escribir, las experiencias de gestión general, la capacitación técnica y de manejo de ordenadores, las aptitudes sociales, las experiencias internacionales o el manejo de idiomas, son algunos ejemplos de aptitudes con gran capacidad de transferencia a un amplio espectro de Planes B. 

Una vez que hayas establecido las aptitudes en las que invertir, desarrolla un plan concreto de acción al que atenerte, ya sea inscribiéndote en un curso o una clase, o simplemente dedicando una hora a la semana para aprender por tu cuenta. 

Por último, durante el mes comienza un proyecto experimental paralelo en el que trabajar durante las noches y los fines de semana. Oriéntalo alrededor de una aptitud o una experiencia diferente pero relacionada, algo que mejore lo que haces actualmente o que pueda servir de Plan B si tu Plan A no funciona. De ser posible, colabora con otra persona de tu red de contactos en este proyecto. 

Establece una identidad independiente de tu empleador, ciudad o sector. Reserva un dominio personal (tunombre.com). Imprime un segundo juego de tarjetas personales solo con tu nombre y la dirección de correo electrónico personal. 

Contacta con cinco personas que trabajen en nichos adyacentes e invítalos a tomar un café. Compara tus planes con los suyos. 

Conserva estas relaciones en el tiempo para poder acceder a diversas fuentes de información y encontrarte en una mejor posición para cambiar a esos nichos de ser necesario.

Se necesita una red

Mira tu agenda de los últimos seis meses e identifica a las cinco personas con las que hayas pasado más tiempo. ¿Estás satisfecho con la influencia que esas cinco personas tienen sobre ti? 

Luego presenta a dos personas que tú conozcas y que no se conozcan entre ellas. Asegúrate de que el contacto sea útil para ambos. Luego piensa en un desafío al que te estés enfrentando y solicita a uno de tus contactos que te presente a alguien que pueda ayudarte. Acelera el proceso ofreciendo algún pequeño regalo (como por ejemplo un artículo relevante) a la persona que deseas conocer. 

Imagina que te despiden de tu trabajo hoy. ¿Quiénes son las diez personas a las que pedirías consejo sobre qué hacer a continuación? Acude a ellos ahora, cuando no necesitas nada en particular.

Después tienes que elegir a una persona de tu red que sea un lazo débil pero con quien desearías construir una alianza más sólida. Proponte ayudarla de forma proactiva, ofreciéndole pequeños regalos. Estos pueden ser de todo tipo, desde enviarle algún artículo interesante hasta ayudarle a preparar una presentación o reenviarle una propuesta de trabajo. Invierte tiempo y energía concretos en esta relación durante varios meses.

Crea un “fondo de personas interesantes” en el que depositarás un porcentaje de tu salario. Utilízalo para pagar cafés, comidas y algún billete de avión ocasional para conocer nuevas personas y fortalecer relaciones existentes.

No se trata solo de las personas que conoces, sino también de las personas que ellos conocen: tus contactos de segundo y tercer grado. Planifica un evento donde tus amigos traigan a algunos de sus amigos, e invita a tu red extendida.

Busca oportunidades rompedoras

Dedica un tiempo al azar. Selecciona un día de la semana siguiente para leer un libro que no habrías leído, invitar a un colega de otro departamento a comer o acudir a una charla o seminario en un campo diferente pero cercano al tuyo. Puedes invitar a la persona más curiosa que conozcas a comer e intentar contagiarte de su capacidad de asombro. 

Después elige un evento de una industria o una conferencia sobre ideas a la que acudir en los próximos seis meses. Reserva tu entrada y tu transporte para dicho evento. 

Reserva un día próximo para convertirlo en el “día del sí”. Di que sí todo el día y observa la serendipia que surge de ello.

Las oportunidades van unidas a las personas: identifica aquellas de tu red que siempre parecen estar metidas en cosas interesantes. Intenta comprender qué las convierte en receptáculos de oportunidades y decide conocer gente con las mismas características. 

Durante el siguiente mes, crea tu propio grupo o asociación. Quizá un encuentro regular para comer, o simplemente una única reunión; lo importante es convocar amigos para compartir ideas y recursos. 

Comienza un wiki o utiliza los grupos o eventos de LinkedIn para organizar y compartir los detalles. Suscríbete a revistas como Wired o MIT Technology Review y otras por el estilo: suelen ofrecer una idea de lo que vendrá. Identifica a aquellos amigos que adoptan más rápidamente las nuevas tecnologías. ¿Para qué? Para entender cómo las tendencias tecnológicas, económicas o sociales pueden crear nuevas oportunidades. 

Mantén una conversación explícita con tus aliados sobre cómo colaborar para encontrar, generar y explotar las mejores oportunidades. Dile a tus aliados que si te encuentras frente a una buena oportunidad, harás todo lo posible por incluirlos en ella.

Asume riesgos inteligentes

Reflexiona por un momento sobre el riesgo en tu vida. Clasifica en función del riesgo los proyectos en los que te encuentras envuelto, del más al menos riesgoso. Luego piensa en las ventajas e inconvenientes concretos de sus posibilidades y asegúrate de que no estás exagerando el riesgo global. ¿No estarás calificando como riesgo lo que solo es incertidumbre? 

Identifica y asume riesgos que sean aceptables para ti pero que otros prefieran evitar. ¿Te sientes bien teniendo menos dinero ahorrado y aceptando un empleo mal remunerado pero en el que puedes aprender mucho? ¿O quizá aceptando un contrato de renovación mensual en oposición a otro de mayor duración? Busca un proyecto que implique este tipo de riesgos. Te diferenciará de los demás. 

Prepara un plan para incrementar la volatilidad a corto plazo en tu vida. ¿Cómo puedes asumir proyectos (o un nuevo empleo) que implique más altibajos y una mayor incertidumbre? 

Reconsidera tu Plan Z. ¿Sigue siendo viable? Si tu Plan A fracasara, ¿seguirías siendo parte del juego? Consulta a tus mentores en tu red para que te ayuden a pensar cómo superar las contingencias.

Mantén conversaciones honestas con tus aliados y otros contactos de confianza sobre el tipo de riesgos que son capaces de asumir. Conocer su evaluación del riesgo te permitirá ayudarlos más eficazmente. 

También recuerda que si tu estimación de los riesgos ante una oportunidad va contra la corriente, otras personas serán reticentes frente a esta. ¡Comprueba cuánto va tu idea contra la corriente observando cómo reacciona tu red de contactos ante ella!

A quien conoces es cuánto sabes

Ajusta tu flujo de informaciones de LinkedIn para asegurarte de que te ofrezca la información más útil. Elige qué tipo de actualizaciones deseas recibir de tu red. Entra en Señalar (linkedin.com/signal) y guarda búsquedas sobre temas relevantes. 

Si utilizas Twitter, ¿estás siguiendo a las personas que deberías? Revisa tu lista y añade o elimina según sea necesario. 

Haz un cuadro sobre en quién confías en función de diferentes temas. Distribuye tus contactos entre especialistas, personas que te conocen bien y personas que quizá no posean conocimientos específicos pero que son inteligentes. ¿Quién es la persona a la que debes consultar en temas tecnológicos? ¿A quién debes contactar para conversar sobre un problema personal con un colega de trabajo? 

Haz una lista de las dos o tres cosas más importantes en las que estás pensando actualmente, y ten preparadas algunas preguntas al respecto para sacarlas a colación en futuras conversaciones. 

También puedes compartir un artículo por semana a través de una lista de correos electrónicos, seguidores de Twitter, contactos de LinkedIn o amigos de Facebook. Recuerda que ofrecer información interesante a tu red de contactos incrementa las posibilidades de que otras personas te envíen información valiosa. 

Programa tres comidas para las próximas semanas: una con una persona más o menos ajena a tu sector, otra con un viejo amigo al que no has visto por un tiempo y otra con una persona de un sector cercano cuya carrera admires. Hazlo incluso si no te encuentras ante una cuestión importante o un desafío en tu carrera. Explora temas generales y ajenos a lo cotidiano. Una conversación interesante puede llevar a veces a información producto de la serendipia. 

Conviértete en alguien a quien acudir para otras personas de tu red alrededor de ciertos temas. Haz saber a tus contactos tus intereses y tus aptitudes publicando en blogs y mediante correos electrónicos, o creando grupos de discusión. Cuando las personas acuden a ti en busca de información, obtienes simultáneamente información por parte de ellas.

Notas finales

El mejor negocio eres tú, funciona a la vez como singular y plural. Si bien se nos presentan numerosas estrategias individuales para manejarnos en esta nueva realidad, tu red de contactos es capaz de amplificarlas.

Los profesionales globalmente competitivos trabajan dentro de redes sólidas. Como hemos visto, los aliados ayudan a desarrollar una ventaja competitiva, a realizar una planificación ABZ, a perseguir oportunidades revolucionarias, a asumir riesgos inteligentes y a acceder a la inteligencia en red.

Necesitas asumir el control de tu carrera, pero también necesitas invertir en las carreras de los otros miembros de tu red que podrán ayudarte y a quienes tú ayudarás a su vez.

Invierte en ti, invierte en tu red de contactos e invierte en la sociedad. Cuando inviertes en los tres es cuando tienes las mayores posibilidades de alcanzar tu más elevado potencial profesional. E igual de importante, también tienes las mayores posibilidades de cambiar el mundo.

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¿Quién escribió el libro?

Reid Hoffman es un empresario estadounidense, inversor de riesgo y autor. Hoffman es conocido por ser cofundador de Link... (Lea mas)

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