El camino del artista - reseña crítica

Con una detallada pauta que comprende un período de 12 semanas, Julia Cameron desarrolló un interesante método para ser más creativos. Con la espiritualidad como eje, explora el mundo de la imaginación como así también el de los miedos. Potenciar uno y derribar al otro es posible. ¡Vamos, anímate!

Semana 1. Recuperar una sensación de seguridad

“Como jóvenes artistas necesitamos que se nos reconozcan nuestros intentos y esfuerzos, además de los logros y los triunfos”, comienza diciendo Julia Cameron.

No obstante, muchos no reciben ese empujón. Por esto mismo, algunos no logran darse cuenta que son verdaderos artistas.

El principal obstáculo son los padres. Son los que pasan por alto o desestiman las habilidades de sus niños.

“Nada tiene una influencia psicológica más poderosa sobre el entorno y especialmente sobre los hijos que la vida no vivida de los padres”, decía Carl Jung.

Si se ven intimidados y no aumentan su autoestima, la autora señala que estos chicos terminan convirtiéndose en artistas sombra. Ignoran su verdadera identidad, su creatividad.

La solución pasa por encontrar y proteger al niño que llevamos dentro, al artista.

“Recuerda que para recuperarte como artista debes estar dispuesto a ser un mal artista. Date permiso para ser un principiante. Al estar dispuesto a ser un mal artista, tienes la oportunidad de ser un artista y tal vez con el tiempo uno muy bueno”.

Semana 2. Recuperar una sensación de identidad

En el segundo paso, Cameron sostiene que aquí el enfoque está puesto en la autodefinición como eje de la rehabilitación creativa.

Como tus necesidades, deseos e intereses empiezan a salir a flote, estarás ante nuevas fronteras y territorios por descubrir.

“La creatividad florece cuando tenemos una sensación de seguridad y de autoaceptación”, asegura la autora. Eso debemos buscar.

Se logra siguiendo nuestra guía interior. Cuando no lo haces, probablemente sientas que pierdes energía, poder y hasta llegues a una muerte espiritual.

El problema también aparece cuando nos enfocamos en complacer al resto en vez de a nosotros mismos.

“Como creativos bloqueados, nos concentramos no en nuestras responsabilidades para con nosotros mismos, sino en nuestras responsabilidades para con los demás”, señala Julia. Agrega que esto “nos convierte en personas frustradas”.

A modo de resumen, estos aspectos o tipos de personas atentan contra nuestro artista:

• Los compañeros de juego que todavía tienen la creatividad bloqueada.
• Los enloquecedores, que crean núcleos tormentosos.
• El escepticismo interior.
• La adicción a la fantasía.

Semana 3. Recuperar una sensación de poder

La ira, la sincronía, la vergüenza y las críticas. Cameron explica que debemos controlar todo esto para recobrar la percepción de poder.

Pero es normal que aparezcan en esta etapa del proceso porque tus poderes se están desarrollando. Vivirás picos de alegría, ira y tristeza.

Desmenuzando caso por caso, la ira es, generalmente, un combustible mal utilizado. La negamos, la escondemos, en vez de utilizarla como un mapa.

Debemos escucharla y respetarla porque nos marca nuestros límites y nos dice a dónde queremos ir.

En tanto que la sincronía sucede cuando las preguntas que nos hacemos obtienen respuestas. Eso da miedo, pero hay que hacerse cargo. Lo estábamos pidiendo.

“Sea lo que sea aquello que pienses que puedes hacer o que creas que puedes hacer, empieza. La acción tiene magia, gracia y poder en sí”, alienta la autora.

Por otro lado, la vergüenza es un mecanismo de control. Nos sabotea por el miedo que infunde.

Mientras que las críticas son comunes en cualquier ámbito. Solo hay que saber diferenciar las que son útiles de las que no.

Semana 4. Recuperar una sensación de integridad

En esta semana los cambios empiezan a ser más palpables.

Antes de entrar en detalle, Julia aclara que “en la raíz de una rehabilitación creativa de éxito está el compromiso de pinchar la burbuja de nuestra negación, de dejar de decir ‘está bien’ cuando en realidad no lo está”.

Si escribimos durante las mañanas como recomienda la autora, nos sentiremos presionados a responder qué más nos pasa.

Pero estas páginas no sirven solo para indagar sobre lo que nos molesta. También nos pueden dar soluciones.

Por ejemplo, podríamos anotar “sí que estoy aburrido conmigo mismo. Sería divertido aprender francés”.

De esta forma nos comprometemos. “Cuando nos hemos comprometido con nuestro creador interno para curarnos empiezan a producirse muchos cambios y modificaciones en nuestras actitudes”.

Esta transformación se da especialmente en las pautas de tu energía. Surgirá la fantasía al mismo tiempo que muchas cosas que antes parecían encajar en tu vida dejarán de hacerlo.

Semana 5. Recuperar una sensación de posibilidad

Cameron sostiene que una de las mayores barreras a superar son los límites. Nuestros propios límites.

Somos incapaces de reconocer todas nuestras virtudes y nuestro gran potencial.

Muchas veces coincidimos con la voz interior que llevamos dentro, pero luego desechamos la idea por considerarla inalcanzable o imposible.

Esto se debe a dos motivos: nos tomamos demasiado en serio como para no parecer idiotas persiguiendo un sueño y, por otro lado, no nos tomamos lo suficientemente en serio al considerar planes como grandilocuentes cuando en realidad podríamos llegar a conseguirlos.

Por esto mismo resulta fundamental distinguir si somos autodestructivos o no para deshacernos de esa actitud nociva.

Esto se puede resolver preguntándonos “¿qué haría yo si no fuera una locura?”. Si la lista a la que llegas te parece alocada, vas bien.

Semana 6. Recuperar una sensación de abundancia

Ahora llega el momento de enfrentar al dinero, un gran instrumento de bloqueo creativo.

“Para muchos de nosotros, educados en la idea de que el dinero es la verdadera fuente de la seguridad, depender de Dios resulta insensato, suicida, hasta irrisorio”, dice la autora.

En este sentido, añade que nos atamos a nuestras preocupaciones financieras para evitar ya no solo nuestro arte sino también el desarrollo espiritual.

“Para muchos de nosotros la dificultad equivale a virtud, y el arte, a hacer tonterías”, explica.

Y agrega: “Por un lado, admitimos con la boca pequeña la idea de que Dios quiere que seamos felices, alegres y libres. Por otro, pensamos en el fondo que Dios quiere que no tengamos un duro si somos tan decadentes que queremos ser artistas”.

Esto puede empezar a solucionarse poniendo los pies sobre la tierra, por enfocarse en el ahora y disfrutar el día.

“Lo que de verdad queremos hacer es lo que en realidad debemos hacer”. Así viene el dinero.

Semana 7. Recuperar una sensación de conexión

Cameron se concentra en esta semana en la práctica de las actitudes más convenientes para la creatividad.

Aquí aparecen el escuchar, el perfeccionismo, el riesgo y la envidia.

“Cuando un actor está concentrado en el momento que vive su personaje, lo que está haciendo es escuchando creativamente lo que viene después”, cuenta. “Somos más el canal que el creador de lo que expresamos”.

Si aceptas que la creación es algo natural, estarás preparado para tomar la idea de que el creador te dará lo necesario para que puedas llevar a cabo tu proyecto.

En cuanto al perfeccionismo, Julia explica que “es la negativa a dejarte avanzar”. Está relacionado al costado lógico del cerebro y abunda la crítica.

Mientras que el riesgo es algo natural dentro del éxito de la rehabilitación creativa. Se da porque necesitamos de nuestras habilidades para pasar a la acción.

Por último, la envidia. “Siempre es una máscara del miedo: miedo a no ser capaces de conseguir lo que queremos; frustración porque otra persona parece estar logrando lo que por derecho nos pertenece a nosotros, incluso aunque tengamos demasiado miedo de alcanzarlo”.

Semana 8. Recuperar una sensación de fortaleza

Ya vimos varias fuentes de bloqueo creativo. Esta semana le corresponde a una de las mayores amenazas, el tiempo.

Acá entra en juego la supervivencia artística. Cameron sostiene que todos los artistas deben ser capaces de vivir con la pérdida, ya sea de esperanza, de orgullo o de dinero, entre otros.

“Si las creaciones artísticas son las crías de nuestro cerebro, las pérdidas artísticas son nuestros abortos”, señala.

Teniendo en cuenta la edad y el tiempo, son varios los que se han dicho a sí mismos “soy demasiado viejo para eso”. Para la autora esto es una Gran Mentira Bloqueadora que utilizan para eludir análisis más complejos.

“Es algo que nos decimos para salvarnos del coste emocional para el ego que supone ser un principiante”, agrega.

Pero lo cierto es que la creatividad no tiene edad. Surge en el momento.

Semana 9. Recuperar una sensación de compasión

Hasta ahora conocemos los bloqueos externos de la creatividad. Pero, ¿qué sucede con los internos?

Probablemente el más común sea el miedo. Solo que no nos atrevemos a llamarlo como tal, lo que significa un error.

Resulta que el artista bloqueado no sabe de qué forma dar pasos pequeños al inicio. Piensa en grande y eso lo aterra, lo detiene.

“No llames pereza a la incapacidad para empezar. Llámalo miedo”, dice la autora.

Agrega que “miedo es el verdadero nombre de lo que aflige al artista bloqueado. Puede ser miedo al fracaso o miedo al éxito. Lo más frecuente es que sea miedo al abandono”.

Por eso resulta importante pedir ayuda. Si lo admites, verás que esta llega.

Semana 10. Recuperar una sensación de autoprotección

También existen diversos peligros que aparecen durante el camino creativo.

Si gozamos de un panorama claro, sabiendo quiénes somos y qué realizamos, las tensiones desaparecen.

No obstante, cuando no dejamos que la energía divina que fluye dentro nuestro nos guíe, sentimos que estamos fuera de control.

Los bloqueos pueden ser tan variados como personas existen:

• La comida
• El alcohol
• Las drogas
• El trabajo excesivo
• La obsesión con el amor trágico
• El sexo

No son las cosas mencionadas las que generan problemas en sí. Lo que produce las presiones es el abuso de ellas.

Y cuando abusamos en el fondo es para aliviar el miedo.

“Hace falta tener brío y coraje para admitir y vencer nuestros mecanismos de bloqueo”, asegura Julia.

Semana 11. Recuperar una sensación de autonomía

Hay que aceptar que somos artistas. Y en este proceso resulta fundamental experimentar con lo que le funciona a cada uno.

“Normalmente el flujo de efectivo de un artista es errático. No hay ninguna ley que diga que hemos de estar en la ruina todo el tiempo, pero hay probabilidades de que estemos en la ruina gran parte del tiempo. A veces el buen trabajo no se vende”.

Lo que plantea Cameron acarrea la idea de que la credibilidad como artista está en nuestro interior, en Dios y en el trabajo.

“Necesito crear lo que quiere ser creado. No puedo planificar una carrera para que se desarrolle en una dirección sensata dictada por los vaivenes del capital o por estrategias de marketing”, completa.

Como el artista que llevamos dentro es un niño, es importante hacer algunas concesiones para que goce de libertad.

Semana 12. Recuperar una sensación de fe

En la semana final, la autora apunta a examinar el corazón de la creatividad.

De acuerdo con esto, para que exista la creatividad es necesario tener fe. Y la fe se obtiene luego de renunciar al control, lo que genera miedo.

Así nos autodestruimos.

“Cada uno de nosotros tiene un sueño interior que podríamos desplegar si tuviéramos el valor de admitir cuál es. Y la fe de confiar en la propia aceptación”, comenta Cameron.

Para ella debemos ser dadivosos y vivir. De esta forma, el universo mismo -Dios- apoyará la acción asertiva.

Por otro lado, la creatividad inicia en la oscuridad. “Las ideas, como las estalactitas y las estalagmitas, se forman en la oscura cueva del interior de la conciencia”, explica.

En consecuencia, hay que aprender a dejar que las ideas se incuben. No sirve arrancarlas de raíz.

Notas finales

Imaginar y pensar con más libertad. Crear con autenticidad. Julia Cameron lo hizo posible con “El camino del artista”.

Semana a semana apela a la escritura y la introspección para atravesar lo que llama la rehabilitación creativa.

Además explica cómo superar los obstáculos que aparecen durante el trayecto de tres meses.

Se refiere en detalle a los externos, como el dinero o el tiempo, y a los internos, como el miedo. Todos tienen solución si buscamos dentro nuestro, nos animamos a cuestionarnos y, finalmente, a cambiar.

Todos llevamos un artista dentro. Ahora somos capaces de descubrirlo y explotarlo en nuestra vida cotidiana.

Consejo de 12min

Si incluso buscas ganar más confianza en ti mismo luego de disfrutar este título, anímate a  “Deja de ser tú”. Joe Dispenza nos enseña a tener un verdadero cambio en nuestra vida.