El arte de la guerra - Reseña crítica - Sun Tzu
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El arte de la guerra - reseña crítica

El arte de la guerra Reseña crítica Comienza tu prueba gratuita
Gestión de personas y liderazgo

Este microlibro es un resumen / crítica original basada en el libro: The Art of War

Disponible para: Lectura online, lectura en nuestras apps para iPhone/Android y envío por PDF/EPUB/MOBI a Amazon Kindle.

ISBN: 856001800X, 9780141023816

Editorial: Editorial Alma

Reseña crítica

Este es uno de los libros de no ficción más populares de la historia. Fue escrito por un general chino llamado Sun Tzu hace más de 2500 años. Aunque fue pensado buscando el éxito de las tropas, en la actualidad es un libro esencial para los negocios. ¿Quieres saber más? ¡Lee nuestro resumen!

La guerra en tiempos de paz

La guerra es una cuestión de vida o muerte. El Estado depende de entender el arte de la guerra para sobrevivir y perpetuarse. Estudiar la guerra antes de que suceda es importante, pues ese es el conocimiento que te servirá para crear tus planes. 

Para Sun Tzu, el general que planifica antes de la batalla siempre vence al general que no lo hizo. Además de conocer las características de la guerra, es necesario conocerse a sí mismo y al enemigo para ser capaces de hacer una comparación.

Para entender a los ejércitos involucrados en una batalla es esencial conocer siete dimensiones. Estas te permitirán saber si vencerás o serás derrotado en el campo de batalla. Las dimensiones son:

  1. ¿Qué gobernantes de estados en guerra tiene la obediencia total de su pueblo? ¿A quiénes la población sigue hasta la muerte?
  2. ¿Cuál de los generales es el más capaz?
  3. ¿Qué ejército tiene ventajas naturales, climáticas y conoce la naturaleza del terreno?
  4. ¿Qué nación impone la disciplina a sus hombres con más fuerza?
  5. ¿Qué lado tiene el ejército más fuerte?
  6. ¿Cuáles son los oficiales y soldados mejor entrenados?
  7. ¿Qué parte tiene más consistencia en sus recompensas y castigos?

Compara cuidadosamente el ejército de tu enemigo con el tuyo y así sabrás cuáles son los puntos fuertes de cada lado. Planifica de acuerdo con las circunstancias. Si conoces al enemigo y a ti mismo, siempre saldrás victorioso. Planear y ser preciso nunca está de más.

No ser derrotado para vencer

Los mejores generales solo entran en las batallas que saben que van a ganar. Los peores solo entran en las batallas. Un general hábil evita batallas donde existe el riesgo de ser derrotado. Así, evita la derrota y es temido. La oportunidad de la victoria viene de los errores del enemigo. Para garantizarla, existen cinco reglas esenciales:

  1. Debes saber cuándo luchar y cuándo no hacerlo.
  2. Debes saber cómo lidiar tanto con fuerzas inferiores como superiores a las de tu ejército.
  3. Tus hombres deben tener espíritu de lucha y disciplina. 
  4. Debes luchar para estar preparado y para que tu enemigo no lo esté.
  5. Debes tener la libertad y capacidad militar para comandar tus tropas sin la interferencia de superiores.

Evita los puntos fuertes del enemigo

No te enfrentes al ejército enemigo cuando sus formaciones de tropa estén perfectamente ordenadas. Si tiene una posición ventajosa, como un terreno más alto, no te enfrentes a él.  Nunca entres en una batalla con rabia; solo debes luchar si quieres lograr un objetivo. 

La rabia es pasajera, pero un Estado destruido no tiene vuelta atrás. Evita las trampas que tu enemigo te pondrá. No conduzcas tu ejército a lugares donde tus provisiones no llegarán o lo harán pasando por terrenos desconocidos.

El General y el Soberano

Un ejército está comandado por un general, pero éste recibe las órdenes de un soberano. Esta cadena de comando puede crear problemas y es necesario entenderlos para evitarlos. Un soberano puede estorbar al ejército si da las órdenes equivocadas.

Por ejemplo. esto puede suceder cuando pide a las tropas que avancen o retrocedan cuando es imposible hacerlo. 

El soberano, al gobernar el ejército de modo negligente o colocar a los oficiales en funciones inadecuadas, puede hacer que se pierdan guerras. Estos errores pueden minar la confianza de los soldados y causar la derrota. No solamente el soberano, sino también el general puede tener problemas graves.

Las características del general que llevan a la derrota son:

  • Terquedad, que lleva a la destrucción.
  • Cobardía, que lleva a ser capturados.
  • Irritabilidad, que lo deja susceptible a insultos.
  • Exceso de honor, que lo deja susceptible a la vergüenza.
  • Exceso de compasión por sus hombres, que lleva a tener un ejército débil. Puede ser imprudente y llevar a su ejército a las destrucción, o ser un cobarde y ser capturado.

Un general puede ser orgulloso o estar descontrolado y sentirse provocado por el enemigo. También, puede estar preocupado con el confort de sus propios hombres hasta el punto de impedirle hacer tácticas militares. El general es responsable si su ejército sufre cualquiera de estas calamidades.

Las acciones y circunstancias que pueden llevar a un general al desastre son:

  1. Si lanza su ejército contra una fuerza diez veces mayor, hará que sus soldados huyan.
  2. Si sus soldados son muy fuertes en relación a sus superiores puede haber insubordinación.
  3. Si los soldados son demasiado débiles, pueden ser desgastados por los oficiales y desertar.
  4. Si los oficiales superiores tienen rabia o son indisciplinados, pueden atacar solo porque quieren y causar la ruina del ejército.
  5. Si el general es débil e indeciso, su ejército también lo será.
  6. Si el general no es capaz de estimar la fuerza del enemigo y lanza una fuerza inferior contra una superior, acabará sufriendo una derrota aplastante.

Estrategia y espionaje

Una guerra prolongada puede agotar los recursos de cualquier estado, dejándolo débil y vulnerable, ya que mantener un ejército es caro. Es necesario enfocarse en victorias rápidas y decisivas, no en campañas prolongadas. En una guerra, debes evitar cercar ciudades amuralladas porque eso generalmente lleva meses de preparativos.

Para reducir el costo de la guerra es necesario capturar un Estado, una ciudad o un ejército enemigo entero e intacto en vez de destruirlo a través de una batalla cara. Para lograrlo, necesitas de una fuerza mucho mayor que la de tu enemigo.

Un gran general va a subyugar a sus enemigos sin luchar, lo que constituye el triunfo final. Los mejores ejércitos se destacan no solamente por ganar, sino también por ganar con facilidad.

Otra forma de economizar los recursos de tu Estado es tomar los de tu enemigo. Quítale todos los alimentos, armas, armaduras y hombres. Eso economiza el costo de abastecer a tus soldados y ahorra a tus campesinos la carga de trabajo para mantener a tu ejército. 

Las batallas individuales pueden acabar con la guerra. Involucra a los espías. Ellos ofrecen informaciones decisivas sobre el enemigo. También pueden ser útiles para esparcir rumores y secretos falsos en las líneas enemigas. Recompénsalos bien y garantiza su fidelidad. Este es un costo muy bajo a pagar si logras evitar el alto costo de una guerra larga.

Y el último consejo implacable de Sun Tzu: si planeas un ataque basado en un secreto obtenido por un espía, mátalo. Debes acabar con cualquier persona que sepa el secreto. Así te asegurarás de que nadie conoce tu estrategia y tu ataque tendrá éxito.

Engaña a tu enemigo

El arte de la guerra está basado en la habilidad de engañar y disuadir a tu enemigo. Debes enmascarar tu fuerza con debilidad, tu valor con timidez y el orden con desorden. Confundir a tu enemigo hará que él nunca esté preparado para luchar contra ti. 

Haz que tus tropas finjan desorden cuando en realidad están altamente disciplinados. Cuando te aproximes a tu enemigo, haz que parezca que estás bien lejos. Cuando estés listo para atacar, haz parecer que no lo estás. Juega con tu enemigo como un gato juega con un ratón. 

Si tu enemigo tiene un temperamento difícil, irrítale; si está cómodo, pertúrbale; si está bien abastecido, hazlo pasar hambre; si está tranquilamente acampado, haz que se mude a la fuerza.

Si quieres que el enemigo avance, enfréntate a él; y si dejas que retroceda, cáusale sufrimiento. Un combatiente inteligente aprovecha la iniciativa e impone su voluntad sobre el comportamiento del ejército enemigo.

Ataca sus puntos vulnerables, de modo que tenga que correr para defenderse. Haz que tu enemigo no pueda adivinar por dónde atacarás, forzándolo a dividirse y esparcir sus fuerzas. Haz que tenga que prepararse para ataques en varios frentes, crea el caos y asegúrate de tener siempre la ventaja.

Conoce a los soldados

El espíritu de un soldado es más alto por la mañana. Al mediodía ya comienza a decaer y durante la noche solo piensa en volver al campamento. Si los soldados se quedan en pie con sus lanzas, tendrán hambre. Si existe confusión y caos en el campamento, la autoridad del general es débil. 

Cuando los soldados que buscan agua para el campamento comienzan a bebérsela antes de llegar quiere decir que tienen sed. Cuando comiencen a comerse su propio ganado será porque tienen hambre. Si actúan como si no fuesen a volver más a sus tiendas, debes saber que están dispuestos a luchar hasta la muerte.

Conoce el terreno 

Un buen general sabe dónde luchar y dónde no, sabe cuáles son las órdenes de su soberano que debe seguir y cuáles debe desobedecer. Debes hacer como el agua que moldea su curso de acuerdo con el suelo donde fluye. Un buen general también tiene que adaptarse a la situación, al terreno y a la disposición del enemigo. 

Observa el terreno para sacar provecho de sus ventajas naturales y evitar sus desventajas. Nunca escales montañas, vayas contra la corriente o te muevas lejos de tus provisiones. Evita peñascos, lugares cerrados o lodazales en los que una tropa pequeña podría derrotar a un ejército completo. 

Observa, entiende los riesgos y las oportunidades antes de comenzar un ataque. Nunca te expongas. Desarrolla toda tu estrategia teniendo en cuenta los elementos que te rodean. Es esencial para conseguir el éxito en la batalla.

Disciplina e incertidumbre

Controlar una tropa grande no es diferente de controlar una pequeña. Lo importante es dividir a los hombres en grupos menores. Para controlar tus fuerzas, usa señales tales como gongs, tambores o banderas. Tus hombres se moverán como uno solo. Los cobardes no se atreverán a retroceder y el valiente no avanzará solo. 

Un gran general conduce a su ejército como si estuviera formado por un único hombre. Trata a tus soldados como a tus hijos, y ellos se quedarán a tu lado hasta la muerte. Si eres incapaz de comandarlos con autoridad, serán tan inútiles como niños mimados. Una disciplina de hierro entre tus soldados es necesaria para la victoria.

Sin embargo, para que la disciplina sea eficaz, tus soldados deben admirarte y respetarte. Debes tratarlos de forma humana y al mismo tiempo mantenerlos bajo control con disciplina y castigos. Como general, debes también mantener secretos. Nadie debe conocer tus objetivos y qué harás para alcanzarlos.

Mantén a tus soldados desinformados, cambia de planes con frecuencia para mantener a ambos, tus soldados y tu enemigo, tratando de adivinarlos. Haz rutas largas y tortuosas, en vez de directas. Solo revela tus intenciones cuando estés totalmente inmerso en el campo de batalla. 

Si la situación parece buena, cuéntales a tus soldados lo que está pasando. Si la situación es desfavorable, mantén ese conocimiento para ti mismo, no lo comuniques. Mientras más penetres en el estado enemigo, más tus soldados se sentirán parte de algo más grande.

Coloca a tus hombres en situaciones inesperadas, donde no hay escapatoria. Así, perderán todo el miedo y lucharán con fuerza máxima, incluso hasta morir.

Notas finales

Las reglas de la guerra no cambian y un buen general siempre está listo para ella. Estudiar las habilidades para la guerra, planear correctamente y saber cómo administrar la tropa son habilidades críticas para un líder. 

Un general calificado escoge luchar solamente cuando sabe que la victoria está asegurada. Así, nunca será derrotado y siempre será temido. Saber engañar a tu enemigo y usar el terreno a tu favor también son esenciales.

Ahora estás listo para llevar estos conocimientos a tu empresa y ganar la batalla en el mercado. ¡Buena suerte, general!

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¿Quién escribió el libro?

En la Antigua China, Sun Tzu fue un general, estratega militar y filósofo importante que vivió entre 544 y 496 a.C. Tuvo un alto impacto en la cultura china tanto por escribir “El arte d... (Lea mas)

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