Deja de Sabotear y da La Vuelta por Arriba - reseña crítica

En el camino hacia el éxito es probable que sientas fuerzas negativas que te perjudican. Lo que debes saber es que sean los motivos que sean, están ligados a tu comportamiento. O, más que eso, a algún rasgo de tu personalidad. Pero estos rasgos limitantes son un conjunto de características encontradas en arquetipos bien definidos. Flip Flippen te invita a conocer esos modelos fatales y sus comportamientos nocivos. A partir de ahí podrás generar un verdadero cambio. ¿Estás preparado?

Asume la responsabilidad por ser quien eres

En la búsqueda del éxito personal estamos frenados por innumerables obstáculos, explica en el inicio de su libro Flip Flippen. Muchos pueden ser inesperados o incluso, injustos.

Independientemente de cuál sea el factor externo que se interponga en tu camino, eres el único capaz de controlar cómo reaccionarás ante él. Por lo tanto, si las respuestas no vienen como quisieras, reflexiona sobre la manera en que las buscas.

Muchos acaban siendo apenas empujados por la vida, definidos por sus personalidades y fuerza de carácter. Viven los años de la manera que siempre lo hicieron y esperan que nuevas respuestas caigan del cielo. En el impulso de seguir viviendo, olvidan dar un paso atrás, observar con calma el mapa de la vida y elegir el mejor camino.

Recuerda: si no haces esa elección consciente, se hará sin que te des cuenta.

Admite la existencia de tus limitaciones

La dificultad de ver las posibilidades de elección y de agarrarse a un mismo comportamiento es una limitación. Según el autor, estas limitaciones son fatales cuando es perjudicial para tu progreso personal. Así, ellas delimitan las fronteras de tu éxito. Si ocupas un cargo de liderazgo, eso es aún peor, pues un equipo jamás supera las limitaciones de su líder.

Esto no significa que no tengas talentos. El problema es que las limitaciones pueden limitar el resultado que puedes sacar de ellos. Quizás conozcas a alguien que tiene una habilidad muy por encima de la media, tal vez haya recibido oportunidades únicas, pero no las aprovechó. Sin embargo, ¿has visto y aprovechado las tuyas?

Las limitaciones se definen por cinco leyes:

1. Todos tenemos limitaciones personales. Entonces sí, tú también tienes.
2. No es posible transponer limitaciones que no enfrentamos. Muchas veces no conseguimos o no queremos afrontar nuestros problemas.
3. Nuestras limitaciones personales actúan en todas las esferas de nuestra vida. No te engañes pensando que un problema originado en la familia no interferirá en tu trabajo.
4. Las limitaciones personales están vinculadas a las tareas. A pesar de afectar a todas las esferas de la vida, el impacto que una limitación posee será diferente en cada una de ellas.
5. Quien tenga menos limitaciones vence. Esto no significa comparar tus limitaciones con las de los demás. Los verdaderos ganadores son aquellos que aprenden a minimizar o eliminar sus limitaciones significativas.

Preparación para cambiar

Para que superes tus limitaciones personales, primero necesitas identificarlas. Habiendo hecho esto, continúa Flippen, preocúpate con tu principal dificultad y enfócate en ella. Cambia poco a poco, con calma y precisión. Sólo entonces inicia el proceso de cambio en la siguiente limitación.

Además, habla con las personas más cercanas. Son ellas las que poseen los principales puntos para que la identificación sea bien hecha. Por lo tanto, debes permanecer abierto a las críticas.

Identifica tus limitaciones fatales

Según el autor, hay diez limitaciones fatales, definidas a continuación. Es probable que tengas varias de ellas en grados diferentes.

Lee las características de cada una con calma y analiza cuáles posees en exceso. Estas serán las más significativas. Entonces reflexiona cuál de ellas tiene el mayor impacto en tu vida en este momento.

Al final, debes tener no más que dos apuntadas. Siendo ellas:

• A prueba de balas: Se trata de personas con una autoconfianza tan elevada que no logran ver sus fallas. Se acaban convirtiéndose en dominantes, agresivas e incapaces de lidiar con sus debilidades. Muchos empresarios tienen esta limitación. Algunas formas de superarla son evitar pedir aclaraciones excesivas cuando alguien te está ofreciendo un consejo, prestar atención a no arrastrar a las personas en lugar de tenerlas a tu lado o comunicarte utilizando un tono de voz adecuado.
• Ostra: Son reacias a tomar iniciativa y con poca capacidad para enfrentar las dificultades. Generalmente no saben lo que otros esperan y se ven obligados cuando necesitan tomar decisiones. El autor marca que reconocer y aprovechar tus puntos fuertes, no ser tan autocrítico o escribir todo lo que piensas de ti en un diario íntimo pueden ayudarte a salir adelante.
• Dulces de coco: Son personas que quieren ser amigables y tienen dificultad en decir “no”. Tampoco pueden afirmarse y establecer límites de convivencia. Difícilmente tienen una opinión propia. En este caso Flippen recomienda darte más atención a ti mismo y decir lo que realmente piensas con mayor frecuencia.
• Crítico: Son personas que apuntan los errores y raramente ven los aciertos. Muchas veces sus comentarios son sarcásticos, mordaces o rencorosos. Perfeccionistas, creen que están contribuyendo con su visión inteligente al apuntar las fallas de todo. Acaban alejando a los demás y suelen terminar solos. Para poder superar esto puedes prestar atención a lo que la gente hace correctamente e invertir en los puntos positivos.
• Iceberg: Son aquellos que no sienten necesidad de preocuparse por los sentimientos o el bienestar de los demás. Desarrollan pocos vínculos afectivos intensos y se preocupan más con los negocios que con los individuos. En esta oportunidad, piensa en quienes están a tu alrededor y trata de establecer una relación emocional.
• Catatónico: Se trata de personas que, en medio de la indecisión, acaban no haciendo nada. No tienen grandes sueños, expectativas y ni siquiera saben dónde quieren llegar. Generalmente necesitan pasar por una crisis grave para darse cuenta de que están jugando la vida fuera. Si deseas conquistar el respeto de las personas, comienza demostrando pasión por lo que haces. Elige tareas que te dejan entusiasmado y consigue a alguien para comentar tu productividad.
• Apisonadora: Son personas que creen tener la respuesta y la palabra final para todo. Les gusta intimidar y pasan por encima de quien no cede de la manera como quieren. Aquí puedes dar más espacio a los demás en una conversación y evitar interrumpirlos, además de entender a las personas que te rodean.
• Tortuga: Son aquellos que disfrutan de las cosas de la manera exacta que son y, por lo tanto, poseen una gran resistencia a cambiar. Según Flippen debes aceptar nuevas ideas, buscando ver tus puntos positivos, y experimentar cambiando una actividad de tu rutina por otra.
• Volcán: Son personas que se irritan con facilidad y transforman pequeñas frustraciones en motivos de agresión. Generalmente son competitivas en exceso. El autor desaconseja decir algo para derrotar a alguien en una conversación y tratar de no subir el tono de voz, sin permitir que la discusión asuma proporciones mayores.
• Rápido en el gatillo: Son personas con un autocontrol bajo y que sienten una necesidad constante de cambios. Esto hace que sean impulsivas, ansiosas y no lleven sus proyectos hasta el final. Antes de hablar con alguien sobre una nueva idea, anota y espera una semana. Asimismo, termina las tareas que te propusiste comenzar.

Define un plan de TrAcción

El autor llama de TrAcción la combinación de transformación con acción. Así, un plan de TrAcción es aquel capaz de transformar tus limitaciones. Proporciona una dirección clara y acertada a seguir para un crecimiento personal continuo. Es una excelente alternativa a simplemente ir viviendo los días tratando de ignorar tus limitaciones.

Un plan de TrAcción tiene cinco etapas:

• Establezca el objetivo final: ¿en quién deseas transformarte? Piensa en los comportamientos que te gustaría adoptar y resuma las principales características de este nuevo yo en una o dos frases. Por ejemplo: “Quiero ser visto como alguien que valora a las personas y las lleva a trabajar por el bien común. Para ello, modificaré mi personalidad dominante, haciéndome más abierta y tolerante con respecto a los demás”.
• Identifica tus puntos fuertes: haz una lista de todas las cualidades que crees que posees. Después pídele a alguien que te ayude con una opinión; es muy probable que la persona vea características que usted no perciba, a veces incluso más fuertes que las que usted escribió.
• Aborda tus limitaciones principales: ve de cuáles de las diez limitaciones fatales tienes más síntomas. Si tres o más tienen la misma puntuación, elige dos y enfoca tu plan sólo en estas. Entonces anota las primeras frases que te vienen a la mente cuando piensas en cómo esas limitaciones te afectan. Esta reflexión es importante porque te permite encuadrar los ejemplos citados para tu condición de vida.
• Elaborar pasos de TrAcción específicos: escribe con precisión los comportamientos que desees adquirir. Piensa en tus limitaciones y en cómo describiste los efectos que tienen en tu vida. ¿Qué actitud puedes tomar para revertirlos? Al pensar en situaciones específicas de lo cotidiano, puedes predecir el exacto comportamiento que posees y elaborar soluciones mejores. Por ejemplo, si en toda reunión de lunes a las 9 horas usted tiende a criticar demasiado al equipo del proyecto Azul, debes comprometerte a oírlos en silencio y hacer al menos un elogio para uno de los integrantes al final de la reunión. Así tendrás tres características importantes: es un comportamiento específico, ocurre en una situación específica y proporciona una instrucción clara para iniciar o detener un comportamiento. Si necesitas ayuda para escribir nuevos comportamientos, ve la lista de actitudes sugeridas anteriormente. Sin embargo, primero intenta elaborar tus propias etapas de la Trinidad. Al cabo de este paso, ten al menos unas cinco o seis.
• Afirma tu compromiso: elige hasta dos personas a las que enviar una copia de tu plan de TrAcción y declarar su compromiso. Entonces ellos serán responsables de monitorear tu desempeño. Para ello, envía a ellas tus observaciones comportamentales una vez por semana. Para tener éxito, busca socios de confianza y toma la iniciativa de rendir cuentas. Deja que te monitoreen y pide incentivos y sugerencias. No olvides pedirles que confirmen tus puntos fuertes y chequeen si no los has dejado de lado.

Notas finales

Este libro nos hace admitir la existencia de limitaciones que intentan frenarnos para, entonces, tratar de entenderlas. Además sirve para ver cuáles de los diez arquetipos presentados son más congruentes con nuestra personalidad.

En ese momento debemos pensar en las actitudes que solemos tomar que enfatizan esas limitaciones. Una vez ahí, establecemos nuevos comportamientos. Asimismo, durante el proceso el apoyo de las personas de confianza resulta fundamental.

La propuesta de Flip Flippen en “Deja de sabotear y da la vuelta por arriba” es concisa y objetiva. Y lo que tal vez sea el mayor punto positivo del libro es su simplificación de personalidades. Incluso utilizando modelos no espera que encajemos perfectamente en uno. En realidad, logra traducir bien los diferentes niveles de cada uno que existe dentro de nosotros.

Con los consejos ofrecidos, quizás lo más difícil aún sea ver nuestras propias limitaciones en la práctica y entender cuáles son los desencadenantes que nos hacen demostrar en comportamientos específicos. Por lo tanto sólo necesitarás la perseverancia para poder superar esas limitaciones.

Consejo de 12min

¿Te interesó entender qué tipos de personalidad existen y las limitaciones que tenemos? Puedes profundizar el tema en “Mejora tus relaciones personales en 5 pasos”, una práctica guía de Ana Belén Mena.