Concreción vence brillantez
Una idea vaga no se recuerda. Usa detalles sensoriales y específicos para que tu mensaje se quede en la mente.
La sorpresa abre la atención
Rompe patrones. Un giro inesperado al inicio asegura que el resto del mensaje sea escuchado con más intensidad.
Las historias no enseñan: transforman
Conecta tu mensaje con narrativas humanas. La emoción ancla la memoria mucho más que la lógica sola.
