La vida del Che Guevara Reseña crítica
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La vida del Che Guevara - reseña crítica

La vida del Che Guevara Reseña crítica Comienza tu prueba gratuita
12min Personalities

Este microlibro es un resumen / crítica original basada en el libro: 

Disponible para: Lectura online, lectura en nuestras apps para iPhone/Android y envío por PDF/EPUB/MOBI a Amazon Kindle.

ISBN: 

Editorial: 12min Originals

Reseña crítica

Médico, periodista, guerrillero, antiimperialista y comunista, el Che Guevara fue una de las figuras políticas de mayor impacto en el planeta. Quien luchó en armas para instaurar la idea de una revolución en toda Latinoamérica. Sus ideales y su gesta lo llevaron a convertirse en un símbolo de insurrección en el mundo.

Infancia y juventud

El 14 de junio de 1928, en la ciudad argentina de Rosario, nació en el seno de una familia de clase media-alta Ernesto Guevara. Quien pasaría los primeros años de su vida en hogares diferentes, entre Buenos Aires y Caraguatay, a causa de los negocios familiares, entre ellos las plantaciones de yerba mate. 

Desde pequeño Ernestito o Teté, como lo llamaba su familia en un intento de diferenciarlo de su padre, sufría de ataques de asma. Una enfermedad que se quedaría con él toda su vida y que sería la causante de que la familia se mudase a Córdoba, una provincia de mayor altitud y condiciones climáticas favorables.

Córdoba sería el lugar donde Ernesto Guevara pasaría sus siguientes 17 años. Estudiando primaria en Alta Gracia y la secundaria en los colegios Nacional de Monserrat y Deán Funes, dentro de la ciudad capital.

Allí formaría su primer grupo de amigos, a los que pronto mostraría su preocupación por la situación política y social latinoamericana. 

El historial de Ernesto como estudiante fue irregular a causa de su asma, lo que influyó considerablemente en el desarrollo de su etapa infantil y juvenil. Era incapaz de asistir a la escuela. Pasaba días enteros postrado en casa leyendo sus libros favoritos o jugando al ajedrez.

 Actividades tan comunes como hacer deporte eran una tarea cuesta arriba, aunque el chico era testarudo y lo intentaba cuanto fuera necesario. Una de las mayores aficiones que adquirió durante su juventud, fue el amor por el rugby.

Este deporte de evasión, muy popular en Argentina, fue una de las actividades que permitió mostrar la empeñada personalidad del joven. Prefería desmayarse a perder el balón, y le encantaba ser el tackleador de su equipo.

Ernesto Guevara corría con la pelota para ser el objetivo de sus contrincantes, y cuando se veía rodeado la pasaba a un compañero. Jugando rugby se ganó el apodo de Fúser o “furibundo Serna”.

Postura ante el peronismo

Mientras Ernesto cursaba la secundaria en el Colegio Nacional Deán Funes, Argentina pasaba por una etapa de industrialización en el que las desigualdades sociales eran más notables. 

Fue en esa época (entre 1943 y 1946) que surgiría el movimiento político denominado peronismo, en referencia al mandatario Juan Domingo Perón. Un movimiento el cual atraía masivamente a la clase obrera, pero que generaba un rechazo de igual magnitud en la clase alta. 

En su hogar, siendo una familia aristócrata, sus padres repudiaban al personaje de Perón, pero Ernesto parecía tener sentimientos favorables. Es posible que esto haya influenciado, en parte, su carrera política y las ideas antiimperialistas de Guevara. 

Acercándose a su adultez, la postura política del Che se fue haciendo más rigurosa. No apoyó la declaración de guerra de Argentina a la Alemania Nazi, porque la consideraba una acción por presión de Estados Unidos. 

Tampoco marchó en contra del arresto de su mejor amigo, Alberto Granado, detenido por la policía en una manifestación estudiantil contra el gobierno. Para Guevara, “la marcha era un gesto inútil, y él solo marcharía si le daban un revólver”. 

Diarios de motocicleta

Su hábito de lectura a una temprana edad hizo del Che un amante de la literatura, y un escritor empedernido. Muchos de sus conocidos aseguraban que una vez sacaba un libro de su chaqueta, aquel hombre se perdía entre sus páginas. 

Durante toda su vida escribió letras que se transformarían en poemas y versos, dedicados a su visión del mundo y a las personas por las que sentía una gran admiración. 

Una de las facetas más conocidas de Ernesto “Che” Guevara era su persistencia en escribir diarios de sus vivencias, siendo algunos de sus pasajes más conocidos aquellos que redactó cuando viajó por toda Latinoamérica con su amigo, el mencionado Alberto Granado. 

El 4 de enero de 1952, dos jóvenes argentinos decidieron emprender una aventura sin igual: viajar desde Buenos Aires hasta Venezuela por tierra, ambos en una motocicleta Norton 500 modelo del 1939. 

El Che Guevara con 23 años, casi graduado de médico, y Alberto Granando con 29 años, quien fuera el mejor amigo del primero, eran los protagonistas de la hazaña. 

El plan consistía en recorrer 8.000 km en cuatro meses para explorar el continente latinoamericano. 

La travesía duraría seis meses y medio, y unos 12.425 km. Partiendo desde la Patagonia, pasando por Chile, contemplando Machu Picchu en los Andes peruanos, cruzando la Amazonia colombiana para llegar a Caracas, la capital venezolana. 

Se deleitaron con paisajes, lamentaron la pérdida de su motocicleta, y vivieron las miserias y desigualdades que sufría la clase obrera en toda la región. Esto tocaría profundamente al Che, y sería el aliciente suficiente para que buscara cambiar el mundo. 

Inicio de “La Revolución”

Luego de un segundo viaje de Guevara por Latinoamérica, el cual lo llevaría a Guatemala, un país que pasaba por una situación política crítica, el Che cayó en un dilema existencial. En parte, por no poder desempeñarse como médico y al ver cómo el dinero escaseaba de sus bolsillos. 

Para aquel entonces, Guatemala era un hervidero de grupos exiliados, progresistas e izquierdistas a causa del golpe de Estado que se efectuó contra Jacobo Árbenz. En esa nación, Guevara conocería a Hilda Gadea, exiliada peruana, quien apoyaba al gobierno de Árbenz y que posteriormente se convertiría en la primera esposa del Che.  

El contacto con Hilda y la caída de Árbenz serían piezas fundamentales en su concepción ideológica, cada vez más arraigada al comunismo y el antiimperialismo. 

Una vez derrocado el presidente, Hilda, quien era aliada del líder derrocado, fue detenida. La búsqueda se centró en Ernesto, que debió refugiarse en la embajada argentina. 

Ese capítulo rompió momentáneamente la relación entre ambos y Ernesto, huyendo de los golpistas, decidió cruzar a México. En el país norteamericano terminaría de definir sus ideas políticas. Se reencontraría con Hilda, quien quedaría embarazada, y a causa de ello se casaría. 

En su estadía, trabajó como fotógrafo para Agencia Latina y como alergista e investigador del Hospital General y del Hospital Infantil. En su andar conoció a Ñico López, quien lo invitó a participar en reuniones de un grupo de cubanos.

Ernesto “Che” Guevara estaba a punto de dar un paso enorme en el sendero de su vida: unirse al movimiento M-26-7, liderado por el cubano Fidel Castro. 

Siendo llevado por Ñico López, Ernesto tuvo su primer encuentro con Fidel y Raúl Castro, y pasó a ser parte del famoso Movimiento 26 de Julio (M-26-7), cuyos pilares estaban fundados en las ideas de José Martí.

En México, durante las acaloradas reuniones entre políticos, intelectuales y estrategas militares, nació lo que se conocería como la Revolución Cubana. 

Triunfo en La Habana

Con una ideología más afianzada y conociendo lo que a partir de ahora sería su vida, una constante lucha en terrenos montañosos y selváticos, Ernesto “Che” Guevara decidió tomar las armas y convertirse en guerrillero.

Su primera tarea era asegurar que el M-26-7 triunfara en su primer objetivo: gestar un golpe de estado contra Fulgencio Batista, presidente de Cuba por aquel entonces. 

En 1956, tras zarpar de Veracruz en la embarcación Granma, el movimiento se atrincheró en Sierra Maestra, una zona montañosa apta para las tácticas y el accionar de una guerrilla.

Allí se llevaron a cabo confrontaciones entre gobierno y guerrilla. El Che aprovechó sus dotes de comunicador y escritor para crear un periódico (El Cubano Libre), en el cual se redactaba contenido ideológico y afín con “La Revolución”.

Tras un ataque del gobierno a la base donde se ocultaba el Che Guevara, este tomó la decisión de mudarse a otro punto seguro de la región. Y volvería a hacerle la guerra comunicacional a Batista, esta vez con una emisora. 

La emisora denominada “Radio Rebelde”, comenzó a transmitirse el 24 de febrero de 1958 y desde entonces se mantiene al aire en Cuba. 

Aprovechando las condiciones del campo, los guerrilleros pudieron tomar ventaja sobre el gobierno. Fidel Castro, confiando en el Che, le dio la orden de ir al centro de la isla para dividirla en dos y dar la última estocada ante Batista. 

El trabajo del Che no era fácil, debía marchar a un punto céntrico, ganar terreno, atacar la ciudad de Santa Clara y, de salir vencedor, avanzar hasta La Habana. 

Un evento inesperado haría que el pueblo y parte de la fuerza militar se volcara a favor de la guerrilla. El asesinato de Frank País, un maestro y miembro colaborador de la revolución, desataría un infierno. 

Tras una batalla entre 3500 soldados contra 350 guerrilleros, el Che saldría victorioso en Santa Clara. Al verse acorralado, Batista decidió huir a Santo Domingo. 

El 1º de enero de 1959, cuando el Che logró entrar a La Habana sin resistencia alguna, se consolidó el triunfo de la Revolución Cubana.

De guerrillero a mártir

Una vez instaurado el nuevo gobierno en Cuba, Ernesto “Che” Guevara fue nombrado jefe de la “Fortaleza de San Carlos”. No obstante, el argentino tendría otros cargos como Director de Industrialización del Instituto Nacional de Reforma Agraria y presidente del Banco Nacional.

Como jefe de la “Fortaleza de San Carlos”, el Che estuvo a cargo de múltiples fusilamientos en contra de aliados del gobierno derrocado. Ante el sobresalto de los espectadores, el guerrillero exclamó:

“Sí, hemos fusilado; fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte. Nosotros sabemos cuál sería el resultado de una batalla perdida”.

Para descubrir espías o allegados al gobierno de Batista que pusieran en riesgo La Revolución, el Che creó un sistema judicial de primera instancia y un tribunal de apelaciones.

A pesar de los logros alcanzados, para el Che Guevara la Revolución no terminaba en Cuba. Él creía que debía llevarse a todos los rincones de Latinoamérica, y era partidario de seguir con nuevas experiencias guerrilleras con tal de lograrlo. 

Comenzó a promover guerrillas en países como Guatemala, Nicaragua, Perú, Colombia, Venezuela y Argentina. Al no lograr iniciar una campaña en su país natal, su mirada se centró en Bolivia, un país geográficamente clave para expandir su idea en armas al resto de Sudamérica. 

La nación andina era el escenario ideal para iniciar la nueva etapa revolucionaria. Condiciones geográficas adecuadas, la dictadura de René Barrientos y una fuerte masa obrera con ganas de pelear.

Más allá del sentimiento de tangible victoria que el Che imaginaba, lo que le esperaba en aquel país era lo contrario. El ejército boliviano, con ayuda extranjera, logró rastrear a Guevara y a su columna guerrillera. 

El 8 de octubre de 1967, en la Quebrada del Churo, Ernesto “Che” Guevara fue sorprendido por las tropas del gobierno de Barrientos. Tras tres horas de enfrentamiento, el guerrillero sería herido en una de sus piernas y capturado. 

A la mañana siguiente, mientras el Che era custodiado en un cuartel boliviano, el presidente de dicho país daba la orden de ejecutar a uno de los líderes de la Revolución Cubana. 

La orden estaba en manos del suboficial boliviano Mario Terán, quien aseguró en distintas entrevistas que el Che parecía sereno en sus últimos instantes de su vida. 

Según el suboficial, las últimas palabras del argentino fueron “¡Póngase sereno y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!”. 

Tras su fusilamiento, Ernesto "Che" Guevara pasó de guerrillero a ser un mártir para la causa antiimperialista. Y aún en nuestros tiempos, sigue despertando grandes pasiones, tanto a favor como en contra. 

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