Guía para la crianza en un mundo digital - Reseña crítica - Sebastián Bortnik
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Guía para la crianza en un mundo digital - reseña crítica

Guía para la crianza en un mundo digital Reseña crítica Comienza tu prueba gratuita
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Este microlibro es un resumen / crítica original basada en el libro: 

Disponible para: Lectura online, lectura en nuestras apps para iPhone/Android y envío por PDF/EPUB/MOBI a Amazon Kindle.

ISBN: 9789878010403

Editorial: Siglo XXI Editores

Reseña crítica

En muchas ocasiones, los padres desconocemos qué sucede en internet o en el mundo digital en general. Allí es donde pasan tiempo nuestros hijos y, si bien es un lugar propicio para aprender, también conlleva riesgos.

Sebastián Bortnik nos muestra cómo podemos ayudarlos a cuidarse mientras se desarrollan.

El mundo virtual… no existe (y otras ideas antes de empezar)

Creemos que hay dos mundos que coexisten en la sociedad actual: el real y el virtual. Sin embargo, ambos tienen elementos en común. Por ejemplo, los amigos que tenemos en la escuela también pueden ser amigos en redes sociales.

De todos modos, para Sebastián Bortnik, el mundo virtual no existe como tal. Se dio cuenta de esto hablando sobre ciberbullying en una conferencia, al mencionarlo como la “amenaza virtual” que este representa.

“Esta formulación presenta un problema: si hay un mundo en que las cosas son reales, hay otro donde no lo son. Y nadie se cuida de algo que no es real”, explica el autor.

Si les decimos a los niños que internet no es real, no se cuidarán.

Así que en lugar de llamarlo “mundo virtual”, Bortnik y sus colegas empezaron a referirse a internet y lo que sucede en él como “mundo digital”. Y lo que antes era “mundo real”, ahora es “mundo analógico” o “físico”. Y la coexistencia de lo digital con lo analógico forma el mundo real.

Teniendo en cuenta todo esto, como padres no podemos permitir que nuestros hijos aprendan solos qué está bien y qué está mal en la web. Necesitan ser acompañados.

Para el autor, salir a bailar o conectarse a las redes sociales desde casa representan los mismos peligros. Los chicos están en un lugar con desconocidos y en un contexto de desinhibición en ambos.

Por esto es importante la educación orientada a un mundo digital. “La crianza en el mundo digital no es ni más ni menos que otro aspecto de la crianza y es nuestra tarea educar a los chicos para un uso sano y seguro de las tecnologías”, sintetiza.

Pequeños humanos, grandes decisiones

Según explica Bortnik, la educación digital debe empezar un tiempo antes de que el bebé nazca.

Hay padres que llegan a publicar más de mil fotos de sus hijos antes de que cumplan cinco años en las redes sociales.

Aquí aparece el concepto de sharenting, que es el uso que padres y madres dan a las redes sociales para compartir información de sus niños.

Dentro de todos los riesgos que presenta esta práctica, existen dos ramas importantes:

  • El consentimiento del menor: todo lo que se hace durante los primeros años de vida del bebé carece de su consentimiento, por lo que el autor no ve problemas asociados al sharenting en este aspecto.
  • El impacto de las fotos en línea: de aquí se desprenden otras dos cuestiones:
    • El potencial uso de esas imágenes en portales de pornografía infantil.
    • El potencial impacto de esas imágenes en línea (y la imposibilidad o dificultad para borrarlas) en la adultez del niño.

Más allá de esto, la realidad marca que nuestros hijos tomarán de ejemplo lo que hagamos nosotros. Si subimos muchas fotos, después no podemos decirles que las que ellos publican siendo adolescentes los “exponen demasiado” o “son muy sexuales”.

Asimismo, Bortnik también analiza un punto poco considerado. Se trata del impacto en los adultos. “Subir cada detalle de su crecimiento genera presiones de las que no siempre somos conscientes y mucho menos aún sabemos cómo manejar”, señala.

Con esta frecuencia de publicaciones podemos generar, por ejemplo, que el niño se sienta obligado a participar de esa dinámica, e incluso que eso repercuta en nuestro círculo cercano: "Hoy Camilo no hizo nada gracioso para subir a las redes”.

El tiempo pasa, nos vamos volviendo usuarios

Como todos sabemos, los niños crecen rápido. Lo mismo sucede con su relación con la tecnología.

En este proceso, el autor identifica cuatro estadios en el camino:

  1. Utilizan la tecnología de forma limitada y junto con un adulto.
  2. Empiezan a usar dispositivos compartidos sin supervisión de un adulto.
  3. Comienzan a usar redes sociales.
  4. Tienen su propio dispositivo y/o teléfono celular.

Ya vimos que el ejemplo que nosotros mismos damos como padres es un elemento primario para educar a nuestros hijos. A esto habría que sumarle el diálogo para que tengan buenas bases a la hora de utilizar redes sociales o navegar en internet.

Ambos son claves para encontrar un equilibrio entre el control que debemos tener sobre lo que ellos hacen, y la independencia y privacidad que necesitan.

La pornografía es uno de los grandes temas que tenemos que afrontar los padres. Estudios indican que hay niños que acceden a ella desde los ocho años, muchas veces por error. Para los 14 años, prácticamente todos los jóvenes vieron un video con contenido sexual en internet.

Como solución, el autor sugiere combinar el control del acceso a esos temas a una edad muy temprana con una educación sexual de calidad.

Un gran complemento para los padres pueden ser las herramientas de control parental. Se utilizan para limitar el uso de los dispositivos electrónicos, restringir el contenido que se consume y/o monitorear el uso del dispositivo.

Mi “teléfono” celular

Si bien depende de cada familia, los niños suelen recibir su primer smartphone personal y acceder a las redes sociales entre los nueve y los trece años. Como se puede apreciar, la llegada a ambas cosas resulta difícil de separarse.

Pero la verdad es que no hay una edad “correcta” para darles a nuestros niños un teléfono celular. Bortnik incluso duplica la apuesta: no cree que sea un tema demasiado importante.

Indicar una edad exacta resulta muy difícil. En lugar de esto, el autor propuso darle un giro al tema para resignificarlo.

Lo hizo partiendo de dos preguntas:

  • ¿Por qué queremos darle un celular a nuestro hijo?
  • ¿Qué necesitamos ver en nuestro hijo para confirmar que está preparado para un celular?

Ahora bien, ¿cuáles son los argumentos más comunes que utilizamos para justificar el hecho de entregar un celular a nuestros hijos? Bortnik encontró dos grandes motivos:

  • Porque el niño viene insistiendo hace mucho con tener uno, o sus compañeros ya lo tienen y queda condicionado socialmente.
  • Por seguridad.

Entonces, ¿cuándo hay que dárselo? No importa cuándo, importa cómo.

La respuesta más acertada sería: “Cuando quien lo recibe tenga conocimientos suficientes sobre los riesgos asociados a su uso y la responsabilidad que implica, cuando conozca las herramientas disponibles para cuidarse (y cuidar y respetar a los demás) y sepa que los adultos están para acompañarlo y en qué circunstancias debe pedir ayuda”.

Una vida digital

Ya entrados en la adolescencia, los chicos se afianzan más en las redes sociales. Básicamente, la razón es que dejan de ser simples consumidores para pasar a ser generadores de contenido.

Aclarado esto, ¿qué aspectos y factores de riesgo debemos tener en cuenta con nuestros hijos y las redes?

Para eso veremos que en ellas se pueden hacer tres cosas, de las cuales se desprenden interrogantes que nos pueden ayudar a responder esa pregunta inicial:

  • Consumir contenidos publicados por otros:
    • ¿Qué tipo de personas accede a cada red social?
    • ¿Se comparten contenidos en texto, fotografía o video?
  • Publicar contenidos propios:
    • ¿Los perfiles son siempre públicos o pueden ser privados?
    • ¿Qué tipo de filtros hay para decidir quién puede ver los contenidos?
  • Interactuar con otras personas:
    • ¿Cuáles son los canales de comunicación disponibles?
    • Si hubiera comentarios, ¿quién puede comentar las publicaciones?, ¿quién puede compartirlas?

Con el objetivo de complementar estas preguntas, el autor también habla sobre algunas características que tienen las redes sociales y su uso:

  • Hay que dejarles en claro a los niños, que no es lo mismo una amistad generada en la escuela, que perdura por años, y la del amigo de un amigo agregado en una red social.
  • Como siempre hay una red social nueva, no hace falta ser un experto para ayudarlos a cuidarse.
  • Muchos niños aspiran a ser youtubers. Si tienen deseos de exposición, lo mejor es hablar con ellos para marcar reglas, explicar riesgos y acompañarlos.

Tiempos violentos

La violencia está presente en prácticamente todas las áreas de la vida. Por lo tanto, internet no es ajena a ella.

Muchas veces surge el debate sobre si las redes acrecientan nuestra violencia o no. Para Bortnik, “la tecnología potencia de alguna forma la violencia, pero no la inventa”.

De cierta manera, las redes sociales nos dieron una impunidad que se ve potenciada por:

  • Lo desconocido: como las redes sociales nos llegaron en la adultez, la falta de conciencia sobre “dónde estamos” y “cuáles son las consecuencias” nos relajan.
  • El anonimato: el poder comentar e interactuar sin dar nuestro verdadero nombre impulsa las agresiones.
  • La escala: existen tantos comentarios en la web que creemos que uno más no va a hacer la diferencia.

En este capítulo, el autor hace hincapié en el ciberbullying. Para él, el ciberacoso “es el uso de violencia y/o agresiones a través de internet de forma desmedida y sostenida en el tiempo”.

Bortnik insiste en que estas dos características se deben cumplir sí o sí para que un caso sea considerado ciberbullying. Si no, solo se trata de bromas de mal gusto o de agresiones aisladas, aunque no por esto deben ser obviadas.

Asimismo, para el Equipo Anti Bullying Argentina (ABA), el ciberacoso presenta estas distinciones:

  • Anonimato.
  • Desinhibición.
  • Permanencia de las agresiones en la web.
  • Omnipresencia.
  • Masividad.
  • Difusión instantánea.
  • No necesita de la proximidad con la víctima.

Educación sexual en un mundo digital

Con el paso a la adolescencia, la sexualidad pasa a ser un tema importante para nuestros hijos.

Cualquiera de ellos puede llegar a quedar expuesto a la generación de contenido sexual en las redes. “Por eso, es fundamental que estén preparados para tomar una decisión consciente sobre si desean hacerlo y estar seguros de no ser engañados”, agrega Bortnik.

En este caso, el autor se centra principalmente en el sexting y el grooming.

El primero es “el hecho de compartir voluntariamente contenidos de índole sexual a través de la tecnología”.

Sin embargo, el autor también menciona tres conceptos relacionados con el sexting:

  • Pornovenganza: es la viralización de fotos sexuales sin consentimiento a causa de un enojo o una ruptura amorosa.
  • Sextorsión: cuando una persona es extorsionada bajo la amenaza de distribuir imágenes de carácter sexual.
  • Packs: va un poco más allá del sexting, porque es cuando se comparten voluntariamente fotos sexuales a muchas compañeras y compañeros.

Por otra parte, el grooming se da “cuando un adulto contacta con un menor a través de tecnologías, y mediante la manipulación o el engaño, lo lleva a realizar actividades de índole sexual”.

De la prevención a la contención y a la denuncia

Hasta ahora, el autor ha hablado sobre la prevención. ¿Pero qué sucede cuando realmente pasa algo malo en las redes con nuestros hijos?

Lo primero que aclara Bortnik, es que nunca es tarde para tomar cartas en el asunto: “Una vez que nos encontramos con un problema, la forma en que acompañemos a nuestros hijos o alumnos puede hacer una diferencia sobre el impacto que este hecho tenga en su vida. Y esa diferencia puede ser enorme”.

Para evaluar este tema y el rol de los adultos, el autor aborda la cuestión con dos aristas:

  • Contener: la contención hacia una víctima de acoso, grooming o cualquier otro episodio negativo requiere:
    • No potenciar el enojo.
    • Que la contención sea un proceso.
    • Considerar el apoyo profesional.
    • Realizar el mismo camino al victimario, si este también es un menor.
  • Denunciar: según cada país, hay varias figuras que están contempladas en los códigos penales, por lo que se pueden denunciar. Llegado el caso, los mejores consejos son:
    • No contactar a los delincuentes.
    • Resguardar la evidencia.
    • Acudir a una fiscalía especializada o entidad gubernamental para asesorarse sobre el marco legal.

Notas finales

Criar a un hijo no es tarea sencilla. Solo los padres sabemos esto. Pero si le agregamos el hecho de que estamos en la era digital y los cambios suceden con mucha mayor rapidez, la dificultad se incrementa.

No obstante, “Guía para la crianza en un mundo digital” es una especie de biblia para aquellos progenitores que no saben cómo ayudar a sus niños en el mundo actual.

Sebastián Bortnik repasa temas tan variados como el rol de los chicos en internet, qué papel toman los teléfonos celulares en sus vidas, la violencia y la sexualidad.

Además, ofrece una serie de consejos valiosos: importa el ejemplo que proyectamos, el diálogo que tenemos con nuestros hijos y la contención que les damos.

Consejo de 12min

Guía para sobrevivir al presente”, de Santiago Bilinkis, muestra cómo nos están afectando a nivel personal y profesional los teléfonos celulares.

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¿Quién escribió el libro?

Experto en seguridad informática, ha dado charlas y conferencias en todo el mundo. Además, trabajó en ESET Latinoamérica, lugar al que se sumó como Analista de Seguri... (Lea mas)

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